Tail Star
Seinen, aventura, acción
Milky Way
Mayo de 2018
Rústica
200-248
Hace tiempo, en los confines del espacio, existía un planeta gobernado por dos reinas (la Reina de la Luz y la Reina de la Oscuridad), cuyos poderes mantenían el equilibrio sobre la faz del mundo. Pero la Reina de la Oscuridad anhelaba tener el control absoluto sobre el planeta y empleó su ejército de “estrellas fugaces” para acabar con la Reina de la Luz, desatando el más absoluto caos. Algunos de los cazadores de estrellas de la Reina de la Luz sobrevivieron, siendo Ageha el único país que no sucumbió a la oscuridad. Tras ver finalmente destruida su nación, los cazadores supervivientes emprenden la huida, llevando consigo al joven Sanagi y la pequeña Mayu, convencidos de que una nueva Reina de la Luz despertará y les protegerá.
¡Cree en el despertar de la nueva reina y únete a la batalla!
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Okama, a quien ya pudimos disfrutar en nuestro país con Robot, consiguió fama como autor de hentai en sus inicios; pero, en esta ocasión, se lanza de lleno al manga más comercial con Tail Star, una historia de acción y aventuras en la que una pequeña tribu debe sobrevivir a la extinción a manos de sus enemigos dentro del enfrentamiento entre dos reinas: una de la Luz y otra de la Oscuridad.
A pesar de su demografía seinen, el comienzo de Tail Star nos recuerda a muchos shônen típicos de peleas, y con razón, ya que la estructura es muy similar. Sin embargo, este manga se diferencia de aquellos en que transmite mucho mejor el peligro de cada enfrentamiento, de cada amenaza en el camino, con escenas de acción llenas de angustia donde la vida de los personajes está realmente en peligro, pudiendo morir en cualquier momento. Un ataque o herida recibida puede ser fatal, y eso inyecta una bienvenida sensación de urgencia a cada página.
La historia tampoco se aleja de lo que ya conocemos, pero, al igual que sucede en las peleas, el autor se cuida muy bien de que su tono transmita la agonía de un pueblo al borde de la extinción, en una huida casi perpetua de un enemigo mucho más numeroso y poderoso. Y es que ahí está la gran virtud de Tail Star, a pesar de tomar prestados ciertos esquemas típicos: no se adhiere por completo a ellos y los dota de una enjundia mayor, lo que favorece la tensión y el ritmo del argumento. Aquí no hay poder de la amistad que lo resuelva todo, o la posibilidad de derribar un imperio en unos días. Sobrevivir y plantar cara al enemigo es una labor ardua que conlleva mucho esfuerzo, tiempo y sacrificios, que se puede ir al garete en un suspiro y que no perdona a nada ni nadie.
Este buen desarrollo de la historia, sin personajes demasiado complejos, más bien sencillos pero con su punto justo de evolución, tiene por desgracia un gran lastre: su final, exageradamente repentino. Todo parece indicar que sufrió el famoso “hachazo” de Shueisha y es una auténtica pena, porque nos priva de todo el clímax final que debería existir en el manga, algo que intenta arreglar el autor con un epílogo lleno de texto; no lo consigue y es una auténtica pena, porque, de esta manera, el manga deja un sabor amargo tras su lectura. Y había potencial para uno o dos tomos más…
El dibujo sigue el estilo más tradicional del manga moderno pero de una forma muy limpia, estética y cuidada, creando escenas fáciles de seguir, una buena expresividad en los personajes, perspectivas interesantes y, en definitiva, una narrativa visual muy amena. Es de esos dibujos que parecen no llamar mucho la atención de buenas a primeras, pero del que no puedes despegar tu mirada en cuanto te fijas. Incluso se permite algunas elecciones de lo más peculiares y frescas para algunos de sus diseños.
TE GUSTARÁ TAIL STAR SI… quieres acción y aventura con un buen dibujo y un tono angustioso.
NO TE GUSTARÁ TAIL STAR SI… te molesta (comprensiblemente) que hayan pegado un tijeretazo al final de un manga.
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