Dragon Quest: Emblem of Roto
Shônen, aventura, fantasía
Planeta Cómic
Septiembre de 2018
Rústica
376-288
Han pasado muchos años desde que Loran y Karmen, los herederos del héroe legendario Roto, triunfaron sobre las fuerzas del Mal. Llevando consigo un fragmento del mítico emblema de su abuelo, los dos hermanos han fundado su propio reino: el de Loran al norte y el de Karmen al sur. Pero después de cien años de paz y prosperidad, el mundo se ve amenazado de nuevo... Los malvados ejércitos están sitiando los últimos bastiones humanos, que caen uno tras otro.
Poseído por un demonio, el rey de Karmen lleva su reino a la ruina. Los únicos supervivientes de esta tragedia son el Príncipe Arus, heredero del héroe Roto, y Lunafrea, hija del general en jefe de los ejércitos de Karmen. Durante diez años, la joven mujer cría al pequeño Arus en el mayor secreto, a salvo de sus enemigos.
Pero, enloquecidos por una tropa de monstruos, nuestros dos héroes y sus compañeros deciden tomar el camino para contrarrestar el aumento de la oscuridad. Como en el reino gemelo de Loran, el heredero del trono nació a su vez; bautizado Jagan, se ha aliado a las fuerzas del mal y ha jurado la pérdida de los humanos...
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El anuncio de que Planeta Cómic se había hecho con la licencia de Dragon Quest para España fue una noticia muy bien recibida, aunque cuandose confirmó que se trataba del catálogo de Square Enix y no del de Shueisha, el ambiente se enfrió un poco: el ansiado Las aventuras de Fly todavía estaba fuera de nuestro alcance. Pero eso no quita que nos estén llegando títulos de los más interesantes.
Tras el manga protagonizado por Fly, seguro que uno de los más conocidos de la franquicia es este Emblem of Roto, que empezó a publicarse en 1991. Si bien no se basa en ningún videojuego de la serie, su historia está situada entre Dragon Quest III y Dragon Quest, con un torrente de referencias a ambos, desde la aparición de personajes míticos como Roto o Draconarius, a enemigos y armas de lo más habituales. Ese aspecto de fanservice para los aficionados de los RPGs está más que cubierto, y hasta se permite algunos guiños a otras obras como Record of Lodoss War.
Pero, ¿se mantiene Emblem of Roto por sí mismo si no eres fan de Dragon Quest? Pues la verdad es que, como aventura de fantasía noventera, funciona bastante bien. Como es previsible, la estructura es muy similar a la de un videojuego y nos encontramos con arquetipos que van desde el héroe con un legado importante hasta el anciano maestro o el amigo que sirve también como alivio cómico; pero, aunque no invente nada nuevo, la historia avanza con muy buen ritmo y maneja con maestría los giros argumentales, dotándolos de gran interés y sin que le tiembla la mano cuando tiene que insertar drama en sus páginas.
De hecho, sorprende lo cruento que llega a ser el manga en muchos momentos, mucho más que los videojuegos originales. En primer lugar, el diseño de los monstruos se aleja de las líneas caricaturescas de Akira Toriyama para optar por versiones más realistas y detalladas, con algunos que no desentonarían en una obra de terror. Pero es que, además, hay mucha más violencia explícita de lo que esperamos en un Dragon Quest, con desmembramientos, chorretones de sangre, vísceras a la vista, muertes de bebés y niños o gente quemándose viva y dejando su restos calcinados a la vista.
Por otro lado, el argumento no tiene miedo de matar personajes aunque sean de gran importancia, lo que aporta una sensación de que nadie o casi nadie está a salvo de un destino funesto y engancha más a la lectura, creando congoja cuando sucede. Lo que sí es más habitual en los juegos, y aquí también se refleja muy bien, es que el mal consigue triunfos parciales, por lo que cada paso adelante de los héroes provoca mayor satisfacción; por lo demás, es una aventura en la que siempre pasan cosas y no aburre, lo que ya es un punto más que positivo.
El dibujo es un muy buen ejemplo del estilo que se llevaba en la época en la que se publicó, y la verdad es que lo borda en la mayor parte de las viñetas, tanto en las escenas de acción como en las puramente narrativas. En un primer momento parece un trabajo sencillo, pero está lleno de detalles y una expresividad corporal muy buena. Una lectura deliciosa.
TE GUSTARÁ EMBLEM OF ROTO SI… te gusta Dragon Quest, claro, pero también si te apetece una buena aventura de fantasía noventera.
NO TE GUSTARÁ EMBLEM OF ROTO SI… te espanta su espíritu viejuno y no te van los RPGs en general.
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