[Reseña] Bakemonogatari

Título: Bakemonogatari
Autor: NisiOisin, Oh! Great
Género: Shônen, sobrenatural
Editorial: Milky Way
Fecha de Publicación: Diciembre de 2018
Formato: Rústica
Páginas: 192

Poco más se puede decir de la franquicia Monogatari que no se sepa ya. Todo un fenómeno de masas que, de forma sorprendente, no había tenido adaptación al manga hasta 2018, año en el que Kodansha encarga tan importante tarea a Oh! Great, autor de obras como Air Gear, Del cielo al infierno o La leyenda de Himiko. La decisión parece de lo más acertada, leído el primer volumen de la serie Bakemonogatari.

A pesar de su popularidad, definir Bakemonogatari siempre ha sido complicado; pese a su tono sobrenatural, giros argumentales y rico universo, no deja de ser una serie en la que la mayor parte del tiempo consiste en dos personajes hablando entre ellos, tratando temas profundos como el sentimiento de culpa, la necesidad de sobreponerse al pasado o traumas que rompen almas, u otros bastante más mundanos como los pechos femeninos o juegos de palabras cutres. Para hacer esta premisa lo más atractiva posible, el anime optó por un estilo visual rompedor, lleno de composiciones que llegaban a lo abstracto por momentos, además de una plantilla brillante de actores de voz. Pero claro, eso no es tan fácil en papel.

De esta manera, el manga opta por la versión más pura de Bakemonogatari. Como no podía ser de otra forma, el diálogo entre personajes sigue siendo el pilar fundamental de la obra, pero se hace especial hincapié en subrayar el núcleo de la historia, los temas principales, la información fundamental que hace de Monogatari lo que es. Sorprendentemente, no hay saturación de textos a pesar de la verborrea de los personajes, intercalando de forma casi perfecta el humor, el drama y las revelaciones sin ningún tipo de relleno, lo que hace que el argumento sea muy directo y tenga un ritmo muy ágil sin dejar nada atrás; de hecho, el primer tomo ya cubre casi por completo el arco de Senjôgahara. Es una condensación sublime de lo que hace tan especial esta serie.

El estilo visual se aleja del de la animación y sus composiciones casi abstractas, para apostar decididamente por un embellecimiento de cada escena con metáforas mucho más sutiles y directas, sí, pero también muy efectivas. De hecho, la atención raramente se aleja de los personajes, casi omnipresentes en todas las viñetas, pero se centra en sus reacciones, lenguaje corporal y pensamientos acompañados de perspectivas muy variadas para que cada página tenga frescura. Una vez se lee el manga pudiera parecer sencillo, pero el trabajo de Oh! Great acompaña de forma muy orgánica cada diálogo. También se mantienen ciertos fetiches y fanservice presentes en las anteriores obras, algo que, desde luego, no sorprende.

El estilo del dibujo es más “realista” que el del anime o las novelas, sin tratar de condicionar el trabajo de Oh! Great. Al principio choca un poco ver a Araragi, Senjôgahara, Hanekawa y compañía con semejante nivel de detalle y un estilo menos convencional, pero también encaja muy bien con el espíritu de la obra y dota de mayor sensualidad a los personajes femeninos, algo que siempre ha estado presente en Monogatari en mayor o menor grado; todo esto provoca que todos los personajes parezcan más adultos, algo que se nota especialmente en casos como Mayoi o Shinobu. A pesar de que nos quedamos sin escenarios sorprendentes (la habitación llena de sillas colocadas de forma imposible de Meme Oshino se vuelve aquí un aula abandonada), el dibujo es tan preciso, detallado y fresco, con su propia personalidad y de lo más disfrutable.

TE GUSTARÁ BAKEMONOGATARI SI… quieres una adaptación fiel pero con su propia personalidad, que ayuda a disfrutar de la historia como la primera vez.
NO TE GUSTARÁ BAKEMONOGATARI SI… crees que, por su tono sobrenatural, va a haber muchas escenas de acción y misterio. Y si te molestan los fetiches del autor, claro.