[Reseña] Drifting Dragons

Título: Drifting Dragons
Autor: Taku Kuwabara
Género: Seinen, slice of life, fantasía, aventura
Editorial: Milky Way Ediciones
Fecha de Publicación: Octubre de 2018
Formato: Rústica
Páginas: 192-208 páginas

La editorial asturiana Milky Way ha conseguido forjarse una línea editorial propia en los últimos años. Aunque su catálogo cada vez es más variado, muchas de sus obras cuentan con elementos comunes y, en este caso, podemos destacar la alta calidad del dibujo… y que a los protagonistas les encanta comer en cuanto tienen ocasión.

Quizá haya gente a la que, en un primer momento, los diseños de Drifting Dragons le recuerden a Nausicaä del Valle del Viento; aunque a ese nivel sean comprensibles las comparaciones, ambas obras no tienen nada que ver. El manga de Taku Kuwabara presenta a los dragoneros de forma muy parecida a lo que serían unos balleneros, una inspiración evidente que ha provocado algunas críticas contra la obra por la supuesta justificación de la caza de ballenas (uno de los puntos negros de Japón), pero, afortunadamente, el mensaje que nos encontramos en sus páginas dista mucho de esa realidad.

Si bien la premisa de Drifting Dragons promete acción espectacular en las peligrosas cazas de dragones, el ritmo es más pausado de lo que parece en un primer momento; la historia se toma su tiempo para presentar a toda la tripulación del Quin Zaza, para que conozcamos sus personalidades, sus motivaciones y las relaciones entre ellos. Tres personajes en particular cobran bastante protagonismo en los primeros tomos: Mika, un experto dragonero que parece que únicamente piensa en comerse sus presas; Takita, una novata llena de entusiasmo; y Verni, una estoica cazadora que esconde un gran corazón.

Así pues, se puede catalogar el manga principalmente como un slice of life, registro en el que funciona muy bien ya que Kuwabara consigue hacer fascinante el trabajo de los dragoneros y cómo aprovechan cada una de las partes de sus presas, especialmente aquellas comestibles. Aunque esto pueda echar atrás a ciertos lectores, es una medida muy sabia para que empecemos a empatizar con los personajes y a preocuparnos por lo que les sucede, de forma que, cuando la trama se complica, estemos sumergidos en la tripulación como si fuésemos parte de ella.

No sólo existe un gran desarrollo de personajes que les dota de una complejidad creciente, sino que la trama, algo difusa al principio, comienza a coger velocidad cuando las cazas se vuelven más peligrosas, surgen conflictos de intereses y aparecen imprevistos en las misiones. Tomando como hilo conductor el crecimiento personal de Takita, arcos como el del corredor de dragones son una mezcla perfecta entre acción, aventura y slice of life. La paciencia que se exige al lector al principio de la historia termina compensando mucho, aunque sigue siendo una obra algo contemplativa incluso en sus momentos más tensos.

Huelga decir que el dibujo de Drifting Dragons llama mucho la atención, detallado hasta las últimas consecuencias. El diseño del mundo es fascinante, una mezcla entre steampunk, la época victoriana y fantasía medieval que consigue dotar de realismo a todo un universo ficticio. A pesar del buen hacer en este apartado, las verdaderas estrellas son los dragones, de tamaños y formas muy diferentes y que consiguen dar empaque a las aventuras de nuestros protagonistas. También se agradece que la acción siempre se presente de forma clara y concisa, aunque a veces le pueda faltar un poco de dinamismo.

TE GUSTARÁ DRIFTING DRAGONS SI… te apetece un slice of life fantástico y aventurero con su dosis de gastronomía y un buen desarrollo de personajes.

NO TE GUSTARÁ DRIFTING DRAGONS SI… buscas una historia de dragones llena de acción y ritmo.