Si hay algún manga que, a día de hoy, sea mundialmente conocido, incluso para aquellos que no son asiduos de este formato narrativo, ese es sin duda One Piece. La obra de Eiichiro Oda ha trascendido ya varias generaciones y sus personajes resultan fácilmente reconocibles, siendo incluso iconos y reclamo turístico en su país de origen. Resulta difícil estar en Japón y no presenciar en alguna de sus localidades cualquier póster, estatua, figura o representación iconográfica de Luffy y sus compañeros.
¿Qué motiva este furor, tamaño interés por estos grandes personajes de ficción? Probablemente tengamos que indagar un poco en la estructura de la propia obra, que resulta digna de estudio y que bien valdría para hablar largo y tendido; sin embargo, reduciremos a unos pocos motivos el por qué One Piece es una de las mejores muestras de maestría narrativa en la actualidad, no sólo hablando del mundo del manganime.
1.- EL VIAJE DEL HÉROE SOLITARIO EN BUSCA DE SUS NAKAMAS
Si algo caracteriza a Luffy desde un principio son sus ansias de aventura, de salirse de lo establecido, de descubrir mundo y conocerse a sí mismo. Su isla pronto se le quedaba pequeña y, espoleado por su amigo Shanks, en cuanto le es posible no duda en lanzarse a la mar en un rudimentario bote que no parece presagiar nada bueno. A lo largo de los primeros compases largos de la historia, Luffy se irá encontrando, ya sea por destino o azar, con diversos personajes que, por motivos dispares, acabarán uniéndose a él.
Y aquí precisamente entra una de las primeras bases narrativas de Oda: las motivaciones de sus personajes. Cada uno de ellos cuenta con su pequeña historia, su pasado y sus circunstancias presentes; lejos de importarle o condicionarle, a Luffy sólo le sirve para avivar sus ganas de conocerles y que se unan a su tripulación. Al contrario de lo que pasa en muchas otras historias, donde los compañeros se van sumando casi sin aportar trasfondo alguno, en One Piece esto resulta de vital importancia para establecer una cohesión lógica en el grupo y concederle así un empaque que hará que poco a poco nos vayamos enamorando de todos y cada uno de sus miembros.
Más destacable todavía resulta cuando, en posteriores lances de la aventura, los pasados de cada personaje vuelven a la palestra mediante pequeños detalles, creando así situaciones que les harán crecer permitiéndonos contemplar que el viaje del héroe no solo está presente en Luffy, sino en el resto de los nakamas. Como decía Ortega y Gasset, “yo soy yo y mis circunstancias”.
2.- LOS ANIMALES, MUCHO MÁS QUE MASCOTAS
Si en algo destaca Oda es en su amor profundo por los animales. En general por toda la clase de flora y fauna, así como el medio ambiente: no duda en crear seres propios para cada lugar y territorio del mundo e incluso climatología especial, lo que influye en la odisea de nuestros héroes.
Resulta especialmente relevante el tratamiento que el autor ofrece a estos animales, integrándolos en muchas ocasiones como parte fundamental e irrompible de la historia. Así, por ejemplo, en el arco de Arabasta, donde conoceremos a la princesa Vivi, la aventura no hubiera sido lo mismo sin la presencia de Kaloo, que con su tenacidad y valentía salvó a nuestros héroes de más de un problema. Lejos de convertir a las mascotas únicamente en un recurso cómico fácil (como muchos otros autores), Oda les confiere un protagonismo especial, convirtiéndolos en algo mucho más vivo y con los que resulta más fácil encariñarse.
También queda en el recuerdo la trágica historia de Laboon, la enorme ballena azul que encuentran prácticamente en los primeros compases de la aventura. La sorpresa llega posteriormente cuando Oda nos hace saber que Brook, uno de los miembros de la banda, ya tenía lazos con ella hacía más de cincuenta años, lo que le da una especial importancia tanto al animal como al propio personaje, estableciendo asimismo un vínculo con Luffy. Oda no deja un cabo sin atar, impactando al espectador.
Podríamos seguir enumerando los no pocos animales que Luffy encuentra en su aventura y con los que fácilmente entabla amistad. Esto deja patente uno de los rasgos más característicos del chico: su marcada inocencia y sus ganas de relacionarse con todo aquello que encuentra, independientemente de su clase, raza, género o procedencia; una lección que hoy día todos deberíamos adquirir como propia.
3.- LOS NAKAMAS PRESENTES EN EL CORAZÓN
Se podría pensar que, como en gran parte de los mangas, Luffy iría adquiriendo compañeros con frecuencia hasta completar una enorme banda pirata. Nada más lejos de la realidad, pues Oda decidió detenerse cuando consideró que había llegado a su límite, con todos los puestos de la pandilla ocupados. Una decisión que sorprende, pero que resulta tremendamente inteligente en términos narrativos: mejor tener pocos personajes y otorgar a cada uno la atención que merece, desenvolviéndolos en diversas situaciones y haciéndoles crecer, que tener muchos y no tratarlos adecuadamente.
No sólo los nakamas que se encuentran físicamente con Luffy en el barco pertenecen a la banda. Como ya hizo saber el propio Oda en numerosas entrevistas, otros como la princesa Vivi, que decidió quedarse a proteger a su país, también es parte oficial de la tripulación, pese a no viajar con ellos. Y casi lo mismo podría decir de todas aquellas personas que de una forma u otra han sido ayudadas o salvadas por los Sombreros de Paja, que pese a no poder permitirse zarpar al mar son parte indiscutible del emblemático grupo.
4.- CRÍTICA SOCIAL Y POLÍTICA
Si atendemos a la demografía, al tratarse One Piece de un shônen (dirigido a adolescentes), en principio difícilmente podría tratar temas complejos. Oda, sin embargo, es consciente de que sus lectores crecen con él, y, a medida que la historia fluye, va incorporando sutilmente mensajes para sus lectores, moralinas incluso. Desconocemos si es algo que el autor hace conscientemente o si sencillamente él cuenta la historia que quiere, despreocupándose de la lectura que cada lector puede hacer; con todo, resulta obvio que esos contenidos están presentes. Por citar sólo algunos ejemplos, tenemos la dura crítica política que se establece en la saga Dressrosa, con un rey mentiroso y embaucador que engaña a su pueblo con una gran mentira y les hace olvidar todo lo que ha hecho, viviendo en una falsa felicidad cargada de ignorancia. ¿No se podría establecer un paralelismo con los partidos políticos de hoy día? Gente con poder que miente a sus ciudadanos mientras tapa sus corruptelas con mantos de palabrería. Sí, Doflamingo bien podría compararse con algunos grandes líderes de la realidad…
Viajemos ahora hasta la Isla Gyojin, donde tuvo lugar otro de los acontecimientos más importantes de la narrativa de One Piece.
Debido a sus características diferentes y su particularidad, los gyojin, hombres pez, son vendidos como esclavos y maltratados por buena parte de la población humana. Ante esta situación, muchos de ellos deciden tomar cartas en el asunto; sin embargo, la princesa Shirahoshi y su padre aún abogan por el entendimiento la comprensión mutua. La situación da un giro radical cuando un malvado gyojin, con un turbio pasado de maltrato, decide lanzarse a una guerra sin cuartel donde pretende erradicar la humanidad, generalizando los males que unos pocos le han hecho a toda una sociedad.
A lo largo de nuestra historia ha habido líderes que, bajo premisas similares, han intentado exterminar a genealogías enteras bajo el pretexto de “ser diferentes y, por tanto, menores”. Altivez y clasismo también se reflejan en One Piece.
5.- EL BUEN CONTADOR DE HISTORIAS
Pero, por encima de todo, Oda es un tremendo contador de historias; cuando menos se espera, introduce algún elemento que da un vuelco a la situación y otorga una nueva perspectiva a los hechos. Lo que es más impactante es que logra manejar a la vez a muchísimos personajes, situaciones y lugares, sin olvidar elementos del pasado que incluso el lector más atento ya creía haber olvidado. Nunca sabes qué hecho puede ser relevante en el conjunto, lo que da una idea de las increíbles dimensiones de la narrativa de Oda y lo mucho que planea lo que va a contar, incluso, a veces, con años de diferencia.
Pocos creadores tienen este don, esta capacidad de tener claro como el cristal lo que quiere contar y cuándo usar los elementos dispuestos en el tablero narrativo a su favor para crear un impacto en el lector, resultando además coherente y sin parecer improvisado.
Y vosotros, ¿sois fans de One Piece? ¿Por qué os gusta esta obra? ¡Compartamos nuestro amor por Luffy y sus nakamas!
Felicidades! Al fin encuentro un análisis que esté a la altura de la propuesta de Oda.
La mayoría de los análisis se quedan en la primera capa de la aventura, lo que ocurrirá , qué nos quiere decir Oda, pero para mi hay 2, 3, 4 hasta 5 capas más abajo.
Creo que Oda está a la altura de un Tarkovsky, Kurosawa en el Cine, un Da Vinci en el arte, un Shakespeare en la dramaturgia. A su vez pienso que es un fenómeno que pese a su éxito de ventas en Japón para el resto del mundo es un código oculto, under pero al mismo tiempo popular. No está en los medios pero está en la gente.
Si tuviera que sintetizarlo en pocas palabras, siento que oda está tratando en el mundo de One piece la historia de nuestra humanidad condensada en 20 años. Quizás no sea tan consciente de ello pero en la línea temporal de One piece encontramos todo aquello que como especie organizada hemos generado con sus contradicciones y virtudes.
Los excluidos, los omitidos, la desigualdad, los valores, las drogas y la corrupción, la mafia. Lo que es realmente importante en esta utopía que es el one piece y la nueva humanidad que está por venir. ¿cuál humanidad?, ¿la de la historia o la de nuestra historia? Yo diría que es lo mismo y en cierto sentido se ha ido sincronizando. Observar el mundo hoy es observar la historia de one piece. Observar la historia de one piece y su universo es observar el mundo hoy.
El desafío está en dilucidar cómo llegar al One Piece. Cómo y de qué manera como humanidad estamos dispuestos a construir una nueva humanidad con los valores de los mugiwara.
Saludos
Pues lo planteas de una forma incluso más profunda. Muchas gracias por aportar esa perspectiva, es muy interesante.
Estoy con Gino, es un gran análisis.
Yo lo llevo leyendo desde su principio y aunque tampoco había caído en las cosas que contáis es cierto que One Piece es mucho más que un manga. Oda ha sabido reunir tantas cosas en la historia que ya hasta las peleas pasan desapercibidas. Personalmente, mangas como Dragon Ball con el que disfrutaba como un niño de pequeño ves que prácticamente solo era darse de palos (más ahora con la saga de Super) pero One Piece te engancha por su originalidad, giros en la historia, lazos entre los personajes, enigmas sin resolver (siglo vacío, la voluntad de los D..). En fin, imagino, que como vosotros soy un fan más de esta obra. Solo espero que tarde mucho en terminar.
Exacto. Larga vida a One Piece, y que Oda nos siga regalando grandes momentos.