The Legend of Zelda se había convertido en una de las grandes franquicias en NES, siendo un éxito rotundo desde que en 1981 saliera «The legend of Zelda» en 1986, por lo que Nintendo comenzó a desarrollar en 1988 un nuevo título de la serie para su nueva consola, la Super Nintendo, contando con un mayor presupuesto, tiempo de trabajo y ambición.
Esto se demostró con la capacidad del cartucho, 8Mbits (1MB), el doble que el resto del catálogo de SNES y eso que se utilizaron algunos trucos como comprimir gráficos limitando la profundidad de color a 8 colores en vez de 16 o ahorrando memoria superponiendo los dos grandes mapas del juego (Mundo de la Luz y de la Oscuridad), cargando únicamente las diferencias entre ambos.
El 21 de noviembre de 1991 veía la luz en Japón The Legend of Zelda: Kamigami no Triforce (La Trifuerza de los Dioses), apareciendo en 1992 en Occidente con el título A Link to the Past para eliminar el referente religioso original. La historia ampliaba el universo mitológico de Zelda contando los orígenes de Ganondorf, los Sabios y el Reino Sagrado, enfrentando a Link contra el misterioso hechicero Agahnim para rescatar a la princesa y salvar Hyrule.
Muchas mecánicas regresaron del primer juego, como la perspectiva aérea, asignar objetos a un botón, las rupias o los corazones, añadiendo los fragmentos para aumentar nuestra vida. También se recuperaron algunos detalles de la segunda entrega, como la magia o la interacción con NPCs.
La jugabilidad de A Link to the Past giraba alrededor de dos mundos paralelos, el de la Luz y la Oscuridad, con nuestras acciones en uno influyendo en el otro y viceversa, añadiendo mucha complejidad al juego con puzzles muy ingeniosos y siendo una inspiración para los futuros viajes en el tiempo de Ocarina of Time.
La mayor ambición del juego también se mostraba en el diseño de mazmorras, con hasta 10 pisos de profundidad y un total de 12 (el mayor de la franquicia), así como en el mayor uso de llaves para abrir puertas y cofres, al igual que se podía mejorar nuestro equipamiento y objetos.
Este cartucho marcó la primera aparición de la Espada Maestra, vital en muchas entregas de la franquicia, así como el del pueblo Kakariko, el lago Hylia o la venganza de los cuccos si atacamos a uno de ellos. También fue la primera entrega que utilizó el logo tradicional en Europa y EE.UU. y que haría lo propio en Japón a partir de Ocarina of Time.
Con más de cuatro millones y medio de copias vendidas, A Link to the Past demostró que la magia de The Legend of Zelda crecía con el tiempo y una plataforma superior.
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