El techo técnico de Ufotable

Recientemente ha terminado de emitirse la temporada más reciente del shonen Kimetsu no Yaiba. El llamado Arco del Distrito Rojo constó de 11 episodios, siendo el último prácticamente un episodio doble. A lo largo de estas semanas, hemos contemplado, maravillados y sobrecogidos, cómo Ufotable nos regalaba películas de veinte minutos en las que desplegaba una miríada de técnicas, dinamismo y recursos. Ahora bien, ¿es este el techo técnico de Ufotable?

GUARDIANES DE LA ANIMACIÓN

Cuando en 2019 se anunció que sería Ufotable el estudio encargado de llevar a la pequeña pantalla el conocido manga de batallas de Koyoharu Gotouge, los seguidores más acérrimos se sorprendieron. No era algo normal que esta productora se lanzara a producir un shonen de la Jump. No cuando hasta ahora sus producciones habían ido por derroteros muy distintos y más enfocados a otros nichos de mercado. A pesar del escepticismo inicial, tanto los más incrédulos como los que confiaban tuvieron que admitir que el trabajo era excelente. El anime, semanalmente, se comentaba con sorpresa y emoción en Internet. La serie empezó a llegar a más público y pronto raro era quien no conociese la historia de Tanjiro y su hermana Nezuko.

Posteriormente se anunciaría una película, un movimiento que, si bien es común para franquicias de éxito, no fue tanto así el modo de hacerlo. Habitualmente, los filmes basados en animes populares cuentan una historia aparte, independiente, que no suele ser del todo necesario conocer para seguir las tramas de la obra madre.

Sin embargo, con Kimetsu no Yaiba no se hizo así. Esta película sería la adaptación del Arco del Tren Infinito, continuación inmediata de la historia. Una decisión inusual y sorprendente, que se saldó con récords en taquilla y el entusiasmo del público. Más sorprendente fue aún el caso en España, dado que por aquel entonces el anime no estaba licenciado oficialmente, y con todo las salas de cine se llenaron. Fue uno de los estrenos más vistos del año. Actualmente la situación ha cambiado, y podéis disfrutar tanto de su primera temporada como de la película en Amazon Video.

LA MESA DE LA ARTESANÍA

Siendo un shonen de batallas al uso, el despliegue de recursos de Ufotable consigue elevarlo a la categoría de arte audiovisual. Muchos esperábamos que con la nueva temporada, el nivel se mantuviera, dedicando los mejores capítulos a momentos destacados. Sin embargo, el estudio, no contento con habernos maravillado en su primera temporada y en la película, nos regaló semanalmente, sin falta, episodios magníficos, intachables. Estamos acostumbrados a que en la industria del anime, por motivos presupuestarios y de tiempo, los estudios usen la lógica y empleen las mejores técnicas y el mayor cuidado en aquellos episodios especialmente importantes.

Con Kimetsu no Yaiba no ha sido así. Las caras de asombro y sorpresa se sucedían a cada episodio. Los fans, críticos y Youtubers especializados se preguntaban cuándo tocaría techo Ufotable. ¿Había algún límite para este estudio? Cuando creíamos que lo habíamos visto todo, llegaba una nueva semana y nos deslumbraba con escenas absolutamente impecables, la perfección audiovisual en un anime de peleas.

¿Cuál es el secreto para esto? Pues fundamentalmente la planificación y, sobre todo, el tiempo. Estos días se ha comentado que MAPPA también llevaría a la pantalla la segunda temporada de Vinland Saga, algo que hasta ahora había hecho Wit Studio. Ante esta noticia, han vuelto a surgir las lógicas preocupaciones sobre el crunch laboral que asola la industria de la animación. ¿Realmente MAPPA puede hacerse cargo de tantos proyectos? Ya no lo decimos solamente por si se puede ver afectada la calidad del producto, sino más que nada por la salud física y mental de sus trabajadores. Las imágenes que han salido de su director y sus animadores, con ojeras enormes y rostros cansados y pálidos son la prueba ineludible de que trabajan hasta la extenuación.

¿Qué ocurre, en cambio, con Ufotable? Pues que planifican con muchísima antelación sus animes. Os dejaré un dato: este segunda temporada, el Arco del Distrito Rojo, llevaba en producción más de un año. No se empezó a emitir hasta que prácticamente el estudio había terminado su trabajo por completo. Esta holgura les permite cuidar muchísimo cada uno de sus episodios, sin bajones de calidad ni sacrificar escenas solo para llegar a tiempo a la emisión semanal. Quizá debería ser este el camino a seguir. No debería importarnos esperar para poder disfrutar de nuestros animes favoritos.

Estamos seguros de que a los fans no les importaría, pero hay una gran industria detrás, movida por el dinero, que demanda producciones constantemente. No todos los estudios pueden permitirse trabajar de la manera que lo hace Ufotable. Más hoy en día, con la cantidad de dinero, expectación y público que está generando Kimetsu no Yaiba. Para muestra, dos botones: un episodio de la primera temporada costaba alrededor de 9 millones de yenes (unos 69 000 euros al cambio). La película del Tren Infinito costó sobre 14 millones de euros, un movimiento que quedó de sobra saldado ya que recaudó mundialmente 30 veces más que el coste de la misma.

Así pues, como no podía ser de otra forma, ya se ha anunciado la producción de una nueva temporada. Probablemente tengamos que esperar otro año, pero respiramos tranquilos sabiendo que nos darán un espectáculo único y que contarán con el apoyo monetario necesario para hacerlo.

EL PERIODO OSCURO DE UFOTABLE

Llegar hasta donde ha llegado hoy día este estudio no es moco de pavo. Tengamos en cuenta ese periodo tan oscuro y cuestionable que atravesaron entre 2015 y 2017. La prensa informó de que el estudio debía deudas millonarias a la hacienda pública. Su situación económica y logística le llevó no solo a cancelar algunos proyectos, sino a malograr otros, como el anime de God Eater.

Para los más conocedores del mundillo, sabréis que el anime de Kimetsu no Yaiba está dirigido por Haruo Sotozaki, un director bastante conservador. Ha sido el encargado de animar también la saga Tales of… y, pese a que no se considera del todo fan de los shonen de pelea, ha aportado su visión propia. Los decorados, la exposición, los pequeños adendos que se han hecho a la historia… todo ha sido cosa suya. Sorprende que un equipo tan pequeño sea capaz de realizar maravillas técnicas como esta, pero claro, con el tiempo suficiente, sin las prisas ni el estrés ni el cansancio acumulado, se pueden lograr excelentes resultados.

También cabe comentar que la producción de Kimetsu cuenta con ayudas externas, como Yoshiaki Kawajiri, empleado de Madhouse, encargado fundamentalmente de todos los storyboards del anime. Sorprende que los propios empleados de las filas de Ufotable no realicen esta tarea y se le encomiende a un agente externo. Quizá porque Kawajiri es uno de los mejores en este campo hoy en día. Quizá Ufotable está primando la calidad del producto por encima de todo, o quizá entre sus filas nadie se ve con la suficiente confianza como para responder a los altísimos estándares de calidad que exige Sotozaki.

Como veis, no ha sido para nada un camino de rosas para Ufotable, y con todo lo que amamos y disfrutamos de Kimetsu no Yaiba, detrás hay un equipo de personas con sus más y sus menos tratando de hacerlo lo mejor posible. Por lo pronto, como fans, solo tenemos que disfrutar de todo lo que venga. ¡Tenemos Tanjiro para rato!

¿Qué os ha parecido este artículo? ¿Creéis que ha llegado ya el techo técnico de Ufotable? ¿Qué os ha parecido la temporada?