Uno de los grandes estrenos de esta temporada de verano ha sido Vanitas no Carte, también conocido en España con el nombre de Los Apuntes de Vanitas. El estudio BONES se encarga de la ardua tarea de plasmar en animación el increíble dibujo de Jun Mochizuki. Sólo por este hecho ya merecen reconocimiento. Pero, ¿está este anime a la altura de la obra original? Conociendo lo enrevesadas que pueden llegar a volverse las obras de esta mangaka, es imprescindible que la animación plasme los detalles y las pequeñas conversaciones. Que no se salte nada. Los que conozcáis a esta autora por su anterior obra, Pandora Hearts, sabréis a qué nos referimos. Por eso, hoy vamos a analizar el anime de Vanitas no Carte y compararlo con su formato original. Sin más dilación, ¡comenzamos!
LA AMBIENTACIÓN Y EL DISEÑO
Algo por lo que indudablemente destaca el anime es el increíble trabajo que ha realizado BONES a la hora de adaptar el diseño de personajes y la arquitectura de la obra original. Nos encontramos en un París steampunk lleno de detalles, edificios impresionantes, majestuosos carruajes y maquinaria que desafía las leyes de la gravedad. Todo ello ha quedado perfectamente plasmado en el anime, hasta el más mínimo detalle. Podemos observar que la nave en la que llega Noé a la ciudad es idéntica a la que aparece en el manga. Tanto su arquitectura vista desde fuera como la decoración de sus interiores. Detalles como el relieve de flores de un precioso reloj que vemos dentro, o la perfecta similitud de los altavoces que anuncian que van a llegar a la ciudad.
Destaca la ambientación que le dan a Altus Paris. Cuando nos la presentan por primera vez notamos sin lugar a dudas que es un lugar misterioso. La ciudad se alza ante nosotros en todo su esplendor, sin escatimar en detalles, y con esos colores rojizos que dan la sensación de que, efectivamente, estamos en otro mundo. Tampoco han dudado a la otra de decorar a conciencia los interiores, con lujosas alfombras e impresionantes candelabros. Un trabajo minucioso, que seguro que los fans de la obra agradecerán tanto como nosotros.
Por otro lado, le han dedicado tiempo y esfuerzo a plasmar el diseño de los personajes de Jun Mochizuki. Dada la complejidad de la ropa que lleva cada uno, no sería de extrañar que nos encontráramos una versión simplificada en el anime, pero no. BONES se ha involucrado completamente con la animación de esta obra y se ha aventurado a dar movimiento a cada detalle. A la extraña capa que lleva Vanitas y su característico pendiente en forma de reloj de arena, o a los complejos atuendos que visten Dominique y Jeanne, sin que en ningún momento pierdan calidad o se vean simples.
UN RITMO DIFERENTE
Si bien es cierto que el anime adapta casi a la perfección el manga, sin saltarse demasiadas escenas, hay que destacar cómo cambia el ritmo al que suceden los acontecimientos. Vanitas no Carte es una obra rica en diálogos. Es a través de ellos como la mangaka nos explica los entresijos del mundo que ha creado, y nos presenta a los diferentes personajes. Pero las escenas en que estas conversaciones ocurren en el anime se pueden hacer un poco pesadas. Son partes en las que normalmente se detiene la acción y los personajes están parados, en momentos de descanso entre una escena y la siguiente. Cuando hay varias de estas pausas en un mismo capítulo, puede llegar a aburrir. Sobre todo si aun por encima acortan las escenas de acción, como sucede en alguna ocasión.
Son absolutamente necesarias estas explicaciones para entender la obra, pero algo que en el manga podemos leer a nuestro ritmo y que generalmente dura como mucho un par de páginas, en un capítulo de 20 minutos se lleva demasiado protagonismo.
Estos es bastante notable al principio de la obra. Abundan en los primeros capítulos de la animación, hasta el punto de que obvian ciertos detalles en favor de los diálogos. Es notorio que no se muestra la escena de introducción de Jeanne y Luca, en la que en el manga se deja ver perfectamente el carácter de ambos sin necesidad de muchas palabras. Esto además genera mucha curiosidad por descubrir quiénes son y qué quieren de la pareja protagonista. Otra cosa que no nos enseñan es que Noé le escribe cartas a su maestro durante todo el viaje, desde el momento uno le informa de lo que va descubriendo y haciendo, lo cual seguro que va a ser muy importante en el futuro.
LOS VACÍOS DEL ANIME
Otra cosa que podemos diferenciar, y que destaca bastante, es el vacío en los fondo del anime con respecto al manga. En este último formato, siempre que las escenas se desarrollan en la calle o en sitios concurridos, los transeúntes siempre están ahí y no desaparecen. En el anime pasa lo contrario, cuando hay una escena de acción o la cámara se enfoca en una conversación, toda esa gente que estaba ahí desaparece mágicamente. Eso le quita un poco de emoción, pues todos los ciudadanos que pueden salir malparados, que aportan ese drama y reflejan miedo por lo que está sucediendo, no están.
Los fondos se ven muy vacíos por momentos, y no tenemos a nadie que nos ayude a entender que lo que está pasando es peligroso. Destaca más esta diferencia porque en el manga, Jun Mochizuki se preocupa de usar a estos ciudadanos como obstáculos en las batallas. Los protagonistas más de una vez tienen que rescatar a gente de las garras de un vampiro o de edificios desmoronándose. Algo que le añade más dramatismo.
Otra forma en la que destacan estos vacíos es en el uso excesivo de los chibis y los fondos planos. Si bien es cierto que estos momentos los encontramos en el manga, se suelen limitar a una viñeta pequeña de vez en cuando, para quitarle un poco de tensión a lo que esté sucediendo. No van más allá, simplemente reflejan la personalidad tan carismática de los personajes y enseguida volvemos a meternos de lleno en la trama.
En la animación, sin embargo, se abusa un poco de este recurso, hasta el punto de que rompe el hilo de la acción y le quita emoción a los acontecimientos. Ello además se hace notorio debido a que cuando animan los chibis, los fondos se vuelven planos. Utilizan un color simple y algún adorno a los lados, pero desaparece el lugar en el que se está desarrollando la escena. Ello sólo consigue apartar aun más al espectador de lo que está sucediendo. Aunque en principio pueda no parecerlo, Vanitas no Carte es una obra que se vuelve muy oscura a medida que avanzamos en la trama, por lo que quizás se echa de menos un poco más de tensión en la animación.
LA INTENSIDAD DEL DIBUJO
Por último, nos gustaría también mencionar la intensidad que refleja el dibujo de Jun Mochizuki, que lo diferencia respecto del anime. Las expresiones de los personajes en el manga son muchísimo más potentes que en su adaptación. Desde las sonrisas pícaras de Vanitas, pasando por la ilusión de Noé cuando descubre cosas nuevas, hasta la sed de sangre de los vampiros afectados por la maldición. Todo tiene más peso en el manga. La mangaka es una auténtica maestra a la hora de reflejar sentimientos a través de los personajes de sus obras. Utiliza también los globos de diálogo a su favor, confiriendo a las palabras un peso todavía mayor. Cuando sentimos que un personaje tiene miedo, lo sentimos de verdad. Pasa igual con la sorpresa, la alegría y la ira. Todo es sumamente potente en el manga, y no queda tan bien reflejado en la animación.
Desde luego no es un trabajo fácil el plasmar todo esto, y han hecho un excelente trabajo, pero nos falta algo que refleje esa intensidad. Los trazos más gruesos que la autora emplea en ciertos momentos, o incluso esa exageración de las emociones que ayudan al espectador a sentirse parte de la obra. Todo ello acompañado del carácter más oscuro que tiene el manga, le dan al original ese toque extra que nos falta en la animación.
Con todo, es indudable que BONES está haciendo un trabajo excelente adaptando una obra muy compleja. Es evidente el esfuerzo y dedicación a la hora de animar el manga y todos sus detalles. Si os gustan los vampiros, las tramas enrevesadas y queréis disfrutar de una obra diferente dentro de un género conocido, ¡Vanitas no Carte merece muchísimo la pena! Y si el anime no os convence, ¡no dudéis en darle una oportunidad al manga! Estamos seguros de que os gustará, y de que el arte de Jun Mochizuki os va a enamorar.
Y hasta aquí esta comparativa. Ahora os toca a vosotros, contadnos, ¿conocíais Vanitas no Carte? ¿Os gusta más el manga o el anime? ¡Os leemos!
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