Por Yer_Wells
En un país de arte culinario tan rico y diverso como Japón, la gastronomía es uno de sus pilares culturales fundamentales. Cualquier excusa es buena para servir platos y boles con manjares exquisitos: el acceso a la universidad, la graduación escolar…
Así las cosas, la ficción, como buen y fiel espejo de la realidad, ha de reflejar la cultura del país, y no son pocos los mangas dedicados en exclusiva al noble mundo del comer y la gastronomía. En este artículo os hablaremos de algunos de ellos, señalando además el enfoque que plantean y qué tipo de alimentación trata. ¡Poneos bien la servilleta y no os manchéis, que arrancamos!
Y lo hacemos con algo muy dulce; sabemos que el postre se deja para el final, pero no hemos podido resistirnos a ello. Allá por el año 2005, Ivrea nos traía un manga totalmente desconocido pero que venía, eso sí, precedido por un gran éxito en su versión animada en Japón, la cual también llegó a emitirse en España. Hablamos de ¡¡Amasando!! Ja-Pan (así, con dos exclamaciones), 26 tomos que nos cuentan la historia de Azuma Kazuma, quien desea convertirse en el mejor panadero de su país.
Tengamos en cuenta que, al igual que en Occidente el pan es la base de nuestra alimentación y perfecto acompañante para casi todo, en Japón es el arroz el que cumlpe esta labor, así pues no parece tan descabellado que a Takashi Hashiguchi, su autor, se le ocurriera esta idea. A pesar de que durante los primeros sí se centra puramente en la labor de panadero (y en el camino el lector aprende muchas cosas sobre esta dura industria), en cuanto llegamos a la mitad del manga se amplía el espectro a la repostería (algo perfectamente entendible por su relación, y porque las ideas sobre pan… terminan por agotarse). Posteriormente, al autor se le va un poco todo de las manos llegando a convertir a las personas en pan y teniendo que desenmascarar a un malvado villano; en cualquier caso, un manga muy recomendable que asegura muy buenos ratos y tremendos juegos de palabras.
Si buscamos un acercamiento más serio al mundo gastronómico, lo encontramos en los tomos únicos El gourmet solitario y Paseos de un gourmet solitario, publicados en 2010 y 2016 por Astiberri. En esta obra se nos muestra a un joven empresario, amante de la cocina y que debe viajar mucho por motivos laborales, mientras visita diferentes locales y lugares degustando los más variados manjares; de paso, la obra analiza, a través de la cocina, distintos estamentos, formas y colores de la sociedad nipona. Una lectura tranquila y sosegada que envuelve al lector.
Si nos remontamos un poco en el tiempo, encontramos una obra sin duda resulta fundamental para conocer mejor la cultura culinaria del país: Oishinbo, una eminencia en papel que lleva publicándose allí desde 1983 y que nos permite trazar una evolución histórica de los cambios culturales del país y, con ello, de su gastronomía. Pero Oishinbo va más allá de lo puramente culinario, adentrándose también en el mundo de los palillos, las formas de degustar la comida, las salsas de acompañamiento, la tipología de las cerámicas que van mejor con cada alimento, cómo servir a los invitados según su importancia…
Todo un manual de cocina que Norma ha traído a nuestra país en una recopilación en 7 tomos divididos en diversas categorías (arroz, sake, verduras, pescado, ramen y gyoza, cocina japonesa general e izakaya) que nos permiten degustar en forma de selección algunas de las peculiaridades de este mundillo. La obra es tan completa que, incluso, incorpora un glosario detallando aquellos términos más complicados, ampliando la información presente en sus historias; un must, sin duda.
Japón y España tienen mucho que agradecerse y compartir. Muchos de los reputados chefs que hoy día cuentan con galardones o estrellas Michelín deben gran parte de su éxito a la influencia de la gastronomía japonesa, adaptando sus platos y haciéndolos propios. Así pues, no es de extrañar que nuestro Ferrán Adriá haya tenido un contacto más que cercano con el país del Sol Naciente, cuando el equipo del reputado chef nipón Hiroyoshi Ishida se trasladó a nuestro país para degustar estos manjares preparados por alguien no japonés. Mibu ElBulli es la historia de esta experiencia, que muestra la perfecta y cordial relación entre estos territorios.
Nos acercamos ya cada vez más a la actualidad, cuando no dejan de publicarse mangas de cocina, enfocados quizás para un público más joven y que no busca tanta seriedad en sus historias. Para ello, tenemos dos buenos exponentes.
El primero es el conocidísimo Shokugeki no Soma, que ha mantenido aquí su nombre internacional Food Wars por órdenes editoriales. Se nos cuenta la historia de Yukihira Soma, un joven que lleva desde niño ayudando a su padre en su pequeño restaurante; cuando un día decide marcharse a conocer mundo, encomienda a su hijo una importante misión: convertirse en el mejor cocinero. El camino no será fácil, deberá ingresar en la prestigiosa y exigente Academia Totsuki e ir superando retos cada vez más complejos para demostrar sus cualidades.
Con ya más de 28 tomos a sus espaldas, Food Wars es uno de los mangas más conocidos hoy día y uno de los más importante dentro de la Shônen Jump, revista que alberga semanalmente esta historia. A través de una miríada de personajes, mucho humor, intensas competiciones que abarcan una increíble cantidad de estilos culinarios internacionales y una pizca de fanservice, iremos sumergiéndonos en esta más que entretenida historia mientras alucinamos con las desproporcionadas reacciones (un rasgo inherente a este tipo de historias) que nos brindan los comensales.
Para finalizar este artículo, adentrémonos en una mazmorra, vivamos aventuras pero… ojo, no para subir de nivel ni para derrocar al mal, sino para… ¡comer! En Tragones y mazmorras se nos da una vuelta de tuerca muy original a este tipo de narrativas de aventura, para centrarse únicamente en el aspecto culinario. Todo ello mientras conocemos a criaturas de lo más extraño y vamos descubriendo qué combina con qué o qué es comestible mediante originales recetas que cautivarán al lector por su originalidad, creatividad y capacidad de entretenimiento.
¿Os habéis quedado con hambre? Contadnos, ¿cuáles son vuestros mangas culinarios favoritos?
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