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El recurso Kraven: ¿qué es?

Hay que ver las vueltas que da la vida. JM DeMatteis se había pasado años vagabundeando por las oficinas de DC con una idea para una historia para Batman. Años tocando puertas y siempre
encontrándoselas cerradas a cal y canto, como si de una pareja de mormones o de un estafador de una eléctrica se tratara. Sin embargo, nada hay mejor que una desesperación absoluta por las fechas de entrega para que a uno le hagan caso con un proyecto.

El hambre de Marvel

Marvel necesitaba desesperadamente algo con lo que llenar tiempo. En uno de los casos más estrambóticos de improvisación editorial que se recuerdan en la industria, Marvel decidió casar a Spider-Man de la noche a la mañana con Mary Jane, con la que ni siquiera estaba saliendo. Un bonito cenagal al que la editorial había saltado, sin acordarse de tener cerca una rama o una cuerda para poder salir, o para hacer al menos la caída menos brusca.

Es ahí donde llega el bueno de Jean Marc con su idea para Batman. Los de Marvel, quizá pensando en las cosas graciosas que escribe el muchacho para la Liga de la Justicia, deciden ponerle la alfombra roja a su entrada a la franquicia:

– Mirad, chicos. Que lo que tengo pensado es enterrar vivo a Spidey.
– Jajajaja, ¡qué cosas tienes, Jean Marc! ¿Y quién lo va a enterrar? ¿El Gibón? ¿El Canguro? ¿Kraven?
– Pues…

Después de esto, la historia ya es ampliamente conocida: Spider-Man es cazado y enterrado vivo, Kraven lo sustituye, Spider-Man escapa, Kraven se pega un tiro en la sien. DeMatteis escribe su historia, Mike Zeck la dibuja y se convierte automáticamente en un clásico instantáneo. El guionista recibe una oferta para quedarse escribiendo al personaje, y allí se queda durante casi una década. Los pajaritos cantan, las nubes se levantan y todo es de color de rosa.

El recurso Kraven paso a paso

¿Qué es el recurso Kraven?

Hay una cosa con la que no contaba el escritor: su historia se convertiría en el manual de instrucciones para cualquier guionista que quisiera comenzar a escribir al personaje.

JM DeMatteis había creado el “recurso Kraven” sin ni siquiera proponérselo. Un recurso que lleva repitiéndose más de 30 años en prácticamente todos los relanzamientos del trepamuros. Pero ¿qué es “el recurso Kraven”? Básicamente, una historia que cumpla con los siguientes requisitos:

      1. Ser derivativa de la saga original de DeMatteis y Zeck. Bien por temas de venganza familiar (hijos, parejas …), bien por contar más o menos la historia de un Spider-Man siendo cazado como un animal. Y, si encima utiliza el recurso del “tótem araña”, puntos extra.
      2. Ser utilizada como arranque de una nueva etapa, o como primer calentamiento antes de poder planificar lo que ha de venir.

Antes de comenzar nuestro viaje en el tiempo, una pequeña aclaración: hasta la publicación de esta historia, Kraven no era más que un bufón. Un villano de tercera, con una vestimenta más propia de un extra de una función de instituto de El Rey León, al que sólo se recurría en caso de extrema necesidad. Sus apariciones memorables se podían contar con los dedos de una mano y aún así sobrarían dedos. No era un Doc Ock ni un Duende, sus retornos no eran ni esperados ni publicitados, y nadie había mostrado jamás el más mínimo interés por el personaje.

¿Quién empieza con este recurso?

El primero en tirar del “recurso Kraven” es Todd McFarlane. Cuando a Todd le dan una colección arácnida para él solo, sus cualidades como guionista son prácticamente nulas (tampoco han evolucionado mucho más desde entonces), así que decide recurrir a “La Última Cacería” para intentar camuflar su falta de experiencia con el recuerdo de una historia bien escrita.

Además, como a Todd le va mucho lo gore, no duda en llenar su relato con sangre, vísceras y demás cosas tan propias del personaje. El “guionista” echa mano de Calipso, una antigua pareja de Kraven, para cazar al lanzarredes, al que culpabiliza de la muerte del cazador (quien además se le aparece a Peter con la cabeza reventada). Obviamente, Todd intenta darle a todo el mismo aire de misticismo, profundidad y trascendencia que tenía la saga original, pero se queda muy corto.

Después, llegamos a la celebérrima “saga del clon” de los 90. Mientras los guionistas van preparando a Ben Reilly para que salga a bailar, dedican unos números previos a hacer tiempo y trastornar a Peter lo suficiente para que todo lo que viene afecte a su cada vez más frágil cordura.

Volvemos a recurrir entonces al “recurso Kraven”. Esta vez en forma de hijo vengativo (con coleta y perilla noventera) llamado Vladimir (como buen ruso), y con Howard Mackie a los mandos del timón, en la colección llamada “Spider-Man”, la pionera en utilizar este recurso narrativo casi 50 números atrás. La historia no duda en remitir constantemente a la historia original, pero la sombra de ésta es grande, y la calidad de Mackie como guionista no tanto. Al final, tan sólo unos números más tarde, Vladimir (alias “Cazador Macabro”) es asesinado a manos de Kaine, cayendo así en el olvido de manera inmediata.

Marvel a la carga: Alyosha

Después de años de clonaciones máximas, alfas y omegas, Marvel se empeña en relanzar al personaje como si nada de esto hubiera ocurrido.

Mientras, allí sigue JM, aguantando carros y carretas, en lo que sería ya su última etapa larga a los mandos del personaje. ¿Y qué se le ocurre a este diablillo de Jean Marc para relanzar a Peter después de años de tortura? Tirar del recurso que él mismo creó. Así, desde el Spectacular Spider-Man 241 comienza a aparecer el supuesto fantasma de Kraven por aquí y por allá.

Al final, como no podía ser de otra forma, no se trata de Kraven, sino de otro de sus hijos, Alyosha. Volvemos a las reminiscencias de la Cacería original, la venganza, la caza de Spidey como si fuera un animal, y el momento estelar de Alyosha a lomos de un elefante, persiguiendo al héroe por los tejados de Nueva York. La saga pasó sin pena ni gloria, aunque al menos Alyosha tuvo más suerte que su hermano y vivió para mudarse a Hollywood y convertirse en director de cine. Pero eso es otra historia.

Marvel creativo: Anastasia Kravinnoff

Saltamos al polémico “One More Day”, “Brand New Day” y demás días de infausto recuerdo para el lector. Marvel relanza al personaje de la manera más drástica que se recuerda, pasando de estar casado a “divorciado pero no”.

¿Y a qué recurre la editorial cuando Spider-Man ha de ser relanzado, niñas y niños? Por supuesto, al ya clásico y tópico “recurso Kraven”. Después de una novia loca y dos hijos perdidos, toca sacarse de la manga una hija, Anastasia Kravinnoff. Ella, junto a su madre Sasha, comenzarán a pulular por “Amazing Spider-Man” desde el comienzo del relanzamiento, preparando los cimientos de la inminente saga “Cacería Macabra”.

Si las anteriores pueden considerarse más secuelas espirituales de la original, ésta es casi una continuación directa. El objetivo de las muchachas no es otro que el de resucitar al patriarca (como si no hubiera estado más vivo que cuando estaba muerto). Personajes arácnidos que son cazados y un Kraven que vuelve al mundo de los vivos, perdiendo así su honor y volviendo a la irrelevancia.

¿Qué es el recurso Kraven y cuánto se ha utilizado? Seguro que más de lo que piensas (o de lo que te hubiera gustado) Clic para tuitear

 

Último coletazo Kraven

Después de una larguísima etapa a cargo del amistoso vecino, Dan Slott deja las riendas del personaje. Hace falta un nuevo guionista que relance al personaje, que le insufle nueva vida e ideas
frescas y originales.

Para ello, la editorial recurre a Nick Spencer, el hombre que hizo de nuevo mediático al Capitán América de los tebeos, para ver si el muchacho se trae algún concepto ingenioso con él. O al menos, divertido.

¿Y a qué personaje no tarda en recuperar en cuanto tiene ocasión? Venga, que seguro que lo adivináis. De nuevo, el enésimo relanzamiento arácnido nos trae el recurso Kraven, resucitado y listo para la acción, para inaugurar la nueva y superlativamente original etapa del personaje: una historia que ni le pisa los talones a la ocurrencia de aquel JM DeMatteis que llegó a Spider-man arrollando con todo.

¿Quién le habría dicho a aquel joven escritor que su historia para Batman acabaría creando un recurso argumental ya clásico para un personaje tan radicalmente distinto como Spidey?

Conclusión

Cuando Marvel os llame para escribir a Spider-Man, tened muy en cuenta con qué recurso tenéis que empezar: el siempre infalible y casi nunca memorable recurso Kraven. Del recurso “misterioso señor del crimen que acaba desvelándose como un personaje secundario absolutamente intrascendente” hablaremos otro día.

¡Hasta el próximo!

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Sobre el autor...

Entiman

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