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El fin de una era

Día 5 de noviembre de 2023. Tras meses y meses de espera, el anime de la famosa obra Ataque a los Titanes llega a su fin. No sabemos cómo sentirnos. ¿Felices por el viaje vivido? ¿Tristes porque se haya terminado? En cualquiera de los casos, resulta innegable la pegada que ha tenido este manganime. Ya no solo en el propio mundillo, sino fuera de él. Quien más y quien menos ha oído hablar de eso llamado Shingeki no Kyojin. Sí, es el fin de una era. Precisamente por eso, en este pequeño artículo echo la mirada atrás y os cuento qué ha supuesto para el mundo la existencia de esta obra.

Ilustración de portada del tomo 1 del manga

UNA TAREA TITÁNICA

No es fácil destacar entre las decenas de publicaciones manga que existen. Menos aún cuando existe una llamada Shonen Jump que parece aglutinar siempre aquellas obras que destacarán y se popularizarán. Pero no nos engañemos, hay vida más allá de la Jump. El caso es que hay que verla.

Llegó septiembre de 2009, y con la vuelta a la rutina también llegaron nuevos mangas serializados. En el número de dicho mes de la revista Bessatsu Shonen Magazine comenzó a publicarse una historia. Llevaba por título Shingeki no Kyojin, y absolutamente nadie esperaba el pelotazo que fue. Esta cabecera, por cierto, ha sido la casa madre de series como UQ Holder, Joshiraku, el manga de Danganropa o Las flores del mal. Es decir, no estamos ante una revista carente de éxitos precisamente.

Sin embargo, ninguna de ellas alcanzó las enormes cotas de popularidad que sí tuvo Ataque a los titanes. Para muestra, un botón: a finales de 2009, año en que empezó a publicarse, el manga ya había alcanzado los cien millones de copias vendidas. Un logro al alcance de muy, muy pocos. Más todavía cuando no estás arropado por un gigante como Shueisha y su famosa Shonen Jump. El manga cosechó numerosos premios y reconocimientos, tales como el premio Kodansha a mejor shonen; manga del año en 2013 y 2014 por la prestigiosa revista Da Vinci; premio Harvey a Mejor Trabajo Extranjero…

No le faltó popularidad ni buenas críticas. El público y los expertos estaban de acuerdo, los titanes habían venido arrasando. Su éxito, como no, trajo posteriormente consigo el anuncio de una serie animada. Wit Studio cogería las riendas del anime (que luego pasaría a MAPPA), que empezó a emitirse en abril de 2013. El trabajo logrado por el estudio fue digno de mención, elevando a cotas aún más altas la excelencia del producto original. Una animación exquisita, un dinamismo espectacular y pequeños cambios y alteraciones que ayudaban a favorecer el entendimiento de la trama. Todos aquellos detractores del manga original por su cuestionable dibujo (tema que trajo consigo ríos de tinta en internet) ahora parecían encantados con el anime.

En este gráfico se observa el enorme repunte en ventas a raíz del estreno del anime

Y LOS TITANES DOMINARON EL MUNDO

Si la fama de la obra ya era considerable, la llegada del anime hizo repuntar las ventas del manga, multiplicándolas exponencialmente. En las listas de Oricon (que reflejan los mangas más vendidos semana a semana), numerosos tomos del manga se colaban en los puestos más altos, cuando no copaban la lista. No había quien tosiera a los titanes, y únicamente la incombustible One Piece parecía plantarle cara.

Hajime Isayama, su autor, no se lo podía creer. Todavía más teniendo en cuenta que esta es la primera obra del mangaka. Es increíblemente difícil publicar una obra en una revista, y más aún que sea tu estreno y sea arropada por el público con tanto fervor. Tanto fue así que el manga llegó a los 34 tomos. Desde la editorial, incluso pidieron al autor que la extendiese algo más debido a su ritmo de ventas, pero Isayama lo tenía todo atado y bien atado desde el principio, y se negó.

Una sabia decisión, pues todos sabemos qué ocurre con aquellas series que tienen un rumbo claro y que se desbarata cuando la narrativa se amplía artificialmente. Un mal que acusa principalmente la mencionada Jump, pero que no es tan recurrente en la Bessatsu Shonen Magazine. Esta cabecera, pese a tratar con la demografía shonen, alberga en su interior obras tremendamente diversas. Además, por lo general tienen un tono más adulto. No hay más que ver las temáticas que toca la propia Ataque a los titanes: belicismo, racismo, manipulación histórica…

La obra de Isayama establece claros paralelismos con el nazismo y diversos momentos históricos en los que el ser humano se puso contra las cuerdas. La historia tiende a repetirse, y eso es algo que también se refleja a las claras en este manga. Sin embargo, muchos entendieron mal el mensaje del autor, alegando que la obra se postulaba a favor del militarismo y considerándola poco más que un panfleto de reclutamiento. A juzgar por el desgarrador final de la misma, parece ahora claro que la finalidad de Isayama no era esa, sino la contraria. Se muestra totalmente en contra de la guerra, sea por la causa que sea, y nos enseña sin tapujos los horrores de esta para que no caigamos en malentendidos.

Una muestra de la increíble popularidad de la obra. Pocas cosas consiguen el tratamiento Funko

ENTREGAREMOS NUESTROS CORAZONES

Un mensaje que resuena en numerosas ocasiones a lo largo de toda la historia. Lejos de mostrar un sacrificio idealizado, se nos pretende enseñar que, aunque a veces no quede otro remedio, la guerra no justifica absolutamente nada. El Cuerpo de Exploración tiene todo por perder, pero no les queda otro remedio si quieren salvar a los suyos. Se establecen vínculos, se forman alianzas y se combate una amenaza de la que poco o nada se sabe.

Los giros y las sorpresas se suceden en la historia de una forma orgánica y coherente, demostrando que cuando Isayama nos mostró la existencia de aquel sótano sabía lo que se hacía. Tenía las tramas trazadas desde el mismísimo capítulo 1, algo que pocos narradores pueden decir. Quizá por eso, por su historia, y por su variado elenco de personajes, Ataque a los titanes caló hondo entre el público. Nos mostraba una historia inteligente, madura, bien contada y con numerosos giros que nos invitaban a continuar.

Para cada lector o espectador, esta obra supondrá algo muy personal. Yo la viví con mucha intensidad, compaginando el manga con el anime, pero siempre teniendo el primero como referente. Ataque a los titanes me cautivó, me sorprendió y me agarró de inicio a fin. Pocas obras han conseguido crearme esa necesidad de saber más, de desear que saliese un nuevo tomo para saber qué nueva revelación tenía preparada Isayama.

Ataque a los titanes han sido más de diez años de aventura, encuentros, teorías y muchos vídeos en Youtube. Ha sido una de esas obras que une al fandom, que crea nuevos fans y demuestra que el mundo del manga todavía tiene mucho que contar. Que hay grandes historias ahí fuera, independientemente de donde vengan. Su popularidad está fuera de toda duda, derivando en spin-offs, novelas, videojuegos, merchandising, parodias, películas de imagen real….

Yo, por mi parte, sé que algún día reviviré esta historia, con la perspectiva de la experiencia y la madurez de haber pasado más de diez años viviéndola en mis carnes. Gracias, Hajime Isayama, por compartir con el mundo una historia tan colosal (literal y metafóricamente) y por habernos brindado tantos buenos momentos (y otros tantos de sufrimiento).

¿Qué ha supuesto para vosotros la existencia de Ataque a los titanes? ¿Es también el fin de una era en vuestro caso? ¡Contadnos!

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Sobre el autor...

Yer Wells

Lector de manga desde hace más de diez años y habitual redactor sobre este campo. Me maravillan las historias raras y busco sorprenderme en cada lectura. Lo mainstream no está reñido con la calidad.

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