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Cyberpunk Edgerunners, la redención de un videojuego

La plataforma Netflix sigue engrosando su catálogo de animes originales mes a mes. A pesar de que algunos de ellos (la gran mayoría) son de una calidad cuestionable, de vez en cuando aparecen agradables sorpresas. Esas joyas inesperadas que, gracias al boca a boca virtual y a las redes sociales, acaban propagándose y obteniendo su merecido reconocimiento. Cyberpunk Edgerunners ha cautivado a propios y extraños e incluso se podría decir que su producto base, el videojuego de CD Projekt RED, tiene mucho que agradecerle. En este artículo, veremos cómo el discípulo ha terminado por superar al maestro. Bienvenidos a Cyberpunk Edgeruners, la redención de un videojuego.

LA CIUDAD DE LA TECNOLOGÍA… Y LOS BUGS

Como bien sabréis si sois conocedores del videojuego aparecido en diciembre de 2020 por primera vez, la acción se desarrolla en Night City. Cyberpunk 2077 cuenta con una ambientación futurista cosmopolita en la que las personas, si pueden permitírselo, llevan equipadas una serie de chips. Estos aumentos cibernéticos tienen la capacidad de mejorar sus capacidades físicas y mentales. A partir de este concepto, que en principio podrías achacar incluso de poco original, sus creadores han conformado un mundo que respira con vida propia y fascina a todo aquel que se atreve a meterse en él.

Por eso precisamente fue una auténtica lástima que el videojuego fuese prácticamente injugable a causa de su enorme cantidad de bugs. Eso, no por hablar de la increíble potencia que requería un PC de sobremesa para poder tirar el juego sin tirones o cargas excesivas. Quizá la ambición de CD Project RED fue excesiva o quizá el juego quería llegar cuanto antes a la campaña navideña aún a costa de sacrificar su estabilidad y jugabilidad.

Seamos honestos, el juego no hizo demasiado ruido. Sí, estuvo en boca de streamers y medios expertos, pero este mundo tan creativo y su adictiva historia deberían haberse convertido en un bombazo. No hay nunca que olvidar que, aunque el videojuego sea un medio muy permeable (artístico incluso), se compone también de una parte lúdica indispensable. Si creas un juego tremendamente bonito, con un mundo abierto increíble y una historia atrapante, todavía te queda la raíz de todo: que sea divertido. Y si algo es injugable, resulta frustrante y no divertido.

LA SALVACIÓN INESPERADA DE HIROYUKI IMAISHI

Quizá por todos estos escollos y defectos, no me interesé demasiado por este anime original de Netflix. Lo veía en mi pantalla inicial y mi vista lo rehuía. Pero fueron pasando las semanas y cada vez más leía en redes opiniones muy positivas de la serie. Así fue cómo comencé a investigar y descubrí dos datos que fueron más que suficientes para que cogiera el mando (el de la tele en esta ocasión) y me pusiera el primer episodio.

El primer motivo se llama Studio Trigger. Me confieso admirador (fan, qué demonios) de esta productora. Tiene una forma de crear que ningún otro estudio tiene. Quizá estoy diciendo palabras mayores, pero lo que construye Trigger en cuanto a frenesí animado, excentricidad y un estilo reconocible y único no lo hace nadie más. No tenéis más que poneros a ver una película tan loca, exacerbada e hiperbólica como Promare. Trigger nunca se ha caracterizado precisamente por inventar la rueda en sus producciones, pero desde luego es la mejor a la hora de ponerla bonita, decorarla y hacer que funcione como pocas en la industria. Bien podríamos decir que Studio Trigger tunea como nadie.

El segundo motivo tiene nombre y apellido: Hiroyuki Imaishi. Esta mente preclara ha estado a la batuta de la anteriormente mencionada Promare. Asimismo, también se ha encargado del episodio «Los gemelos» de Star Wars Visions (con dos segundos de visionado ya tenemos claro que estamos ante una producción de Trigger). ¿Más datos? Pues atentos, ya que su primer trabajo como director (antes había realizado tareas como ilustrador y creador de storyboards) fue nada más y nada menos que la mítica Tengen Toppa Gurren Lagann. Aún hay más, y es que Imaishi es el genio detrás de esa locura que fue Panty & Stocking with Garterbelt (de la que por cierto habrá una segunda temporada, a juzgar por el interés del director).

En resumidas cuentas, no me hacía falta mucho más para que comenzara mi maratón de Cyberpunk Edgerunners. Su tráiler, que vi a raíz de estos descubrimientos, terminó por convencerme de que me estaba perdiendo algo bueno. Y así comenzó mi nueva incursión en Night City

LOS ACIERTOS DE LA NARRATIVA DE CYBERPUNK EDGERUNNERS

Videojuego y anime son distintos medios, eso resulta más que obvio. Ambos pueden contar una historia, pero lo han de hacer con códigos narrativos distintos. Mientras en un videojuego el jugador a los mandos se implica en todas las decisiones que toma y experimenta el mundo de primera mano, pudiendo modificarlo en algunos aspectos, en una serie no. Así pues, la labor del anime residía más en impactar, enganchar y coger a su público por sorpresa. Crear un producto técnicamente impecable, a sabiendas de que el mundo que se les ponía en bandeja resultaba ya de por sí interesante.

Resulta alegre y reconfortante decir que en Cyberpunk Endgerunners todo funciona como un reloj. A pesar de que 10 episodios pueden parecer poco a juzgar por el inmenso y complejo lore que posee el mundo ideado por CD Projekt, el acierto del anime radica en centrarse en aspectos concretos. Así, conoceremos a David Martinez (sí, como lo oís), un joven habitante del barrio más pobre de la ciudad. Vive únicamente con su madre, que trabaja en lo que puede para poder mantener a su hijo en una prestigiosa academia y que pueda llegar a ser alguien en la vida. Sin embargo, todo se trunca cuando esta fallece en un trágico accidente en carretera. La vida de David dará un giro radical cuando comience a trabajar con una peligrosa organización de mercenarios y se adentre cada vez más en el escarpado mundo de los implantes biomecánicos.

En tan solo un (brillante) episodio inicial, la serie ya ha logrado presentarnos el mundo, a su protagonista y las circunstancias que lo empujan a cambiar de rumbo. Todo ello gracias a un cuidado guion, un uso inteligente de los tiempos y una forma sabia de emplear los códigos narrativos del anime para aportar información extra sin «gastar» más tiempo del debido en pantalla. A partir de aquí, todo será un carrusel adrenalínico de emociones, violencia y bastante drama. Porque sí, puede que este anime esté cargadito de sangre y tenga escenas bastantes desagradables de contemplar, pero por encima de todo es una serie de personajes.

Es más, podríamos dividir su estructura dos partes. Una primera, comprendida del episodio 1 al 5; y una segunda que abarca el resto. Mientras en la primera mitad iremos conociendo a todo el elenco a través de su personalidad y los encargos que reciben, la segunda parte se mete mucho más en los bajos fondos y se vuelve, si cabe, todavía más oscura. Una decisión narrativa que bien recuerda a lo ocurrido en su día con Arcane, también basada en un videojuego. ¿Quizá este tipo de adaptaciones, debido a sus saltos temporales y ritmo endiablado, se prestan más a esta partición en dos mitades?

LA VIDA ES UNA TRON-BOLA

Cyberpunk Edgerunners se presta sobradamente a ser maratoneada. Cada episodio termina con su cliffhanger de rigor y, ya os aviso, el anime no se corta un pelo a la hora de poner a sus personajes contra la espada y a la pared. E incluso a ir más allá. Night City es salvaje, dura y no tiene piedad con sus habitantes. Más aún cuando estamos hablando de los barrios bajos, donde las drogas de diseño, los implantes ilegales y el crimen están a la orden del día.

Es un anime que puede resulta excesivamente cruel en ocasiones, pero también es cierto que su impecable factura técnica y su cuidada selección de paleta de colores ayudan a «digerir» mejor este festival de violencia y sadismo. Ah, y también gracias a la tremenda banda sonora que acompaña de forma inmejorable a todo cuanto ocurre en pantalla. Acentúa con ritmos machacones los momentos de acción y potencia los momentos drama-románticos con piezas más sosegadas. Todo, sin perder nunca un estilo muy marcado y que resalta ese «futurismo» presente en la producción.

Solo me queda, para ir cerrando, recomendaros este anime. Uno de los pocos de la plataforma que merece la pena. También es cierto que gracias a ser una co-producción la plataforma ha tenido que invertir menos dinero, y eso siempre ayuda. A juzgar por otras series de animación de Netflix, parece claro que al gigante del streaming no le gusta invertir demasiado parné en su catálogo de animes originales. Ahí tenemos ejemplos tan sangrantes como Record of Ragnarok o Yakuza amo de casa. Eso, por no hablar de la bajona de calidad en los arcos de Stone Ocean.

De todas formas, eso es un tema que bien daría para otro artículo. Quedémonos con lo positivo, y es que Cyberpunk Edgerunners resulta un tecno-viaje muy interesante, adictivo y bien producido. Una vez más, el estudio del gatillo no falla a la hora de dar en la diana, y sin implantes. ¡Larga vida a Studio Trigger!

¿Habéis visto este anime? ¡Contadnos qué os ha parecido en los comentarios!

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Sobre el autor...

Yer Wells

Lector de manga desde hace más de diez años y habitual redactor sobre este campo. Me maravillan las historias raras y busco sorprenderme en cada lectura. Lo mainstream no está reñido con la calidad.

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