Museum
Seinen, policíaco, suspense, asesino en serie
Norma Editorial
Mayo 2016
Rústica
232
Un misterioso asesino ataviado con una máscara de rana tiene en vilo a la policía. Nadie conoce sus motivos, sus objetivos o su identidad, pero el rastro de cadáveres que deja a su paso pondrá en jaque a los detectives que siguen el caso mientras las sádicas ejecuciones continúan.
“El asesino en serie está riendo bajo la lluvia”
Bajo esta premisa, que tiene más relevancia de lo que aparenta, Ryousuke Tomoe nos adentra en su perturbadora investigación para encontrar a un asesino que imparte una suerte de ‘justicia divina’ a quienes él cree culpables, creando piezas de su museo personal y cuya apariencia se esconde bajo una máscara de rana y un chubasquero.
Hishashi Sawamura, detective y protagonista de esta historia, se ve involucrado de manera personal en el devenir de los acontecimientos, lo que implica al lector en su investigación y acaba con unos inevitables “¡por ahí no!” y “no, por favor, que no lo haga”: señales inequívocas de que estamos ante una gran obra de intriga psicológica.
Tres tomos han sido suficientes para que este mangaka nos devuelva la pasión por un buen thriller policíaco que ya tiene versión cinematográfica por méritos propios. Y es que se hace notar el gusto del autor por el Séptimo Arte, y la influencia que ha tenido sobre él:
Un instante después de cerrar el último tomo, corremos a la estantería y buscamos SE7EN, la obra maestra dirigida por el genial David Fincher en 1995…
…porque es innegable no sólo la influencia, si no las licencias que Ryousuke Tomoe se toma al contarnos una historia de similitudes más que descaradas con el ya clásico thriller. Y lo aceptamos porque nos atrapa desde la primera viñeta y allí nos tiene, pasando páginas y recordando escenas de otros films de suspense como SAW (2004) o Identity (2003), así como a los personajes más míticos del género slasher con mono de trabajo y máscara: Halloween (1978) o La Matanza de Texas (1974).
Ahora tenemos a un tipo con máscara de rana y chubasquero.
Otro icono de terror.
Otro cosplay.
Otro gran villano.
Bien es cierto que, desde el principio de nuestra lectura, podríamos declarar a Tomoe culpable de falta de originalidad en su contenido y desarrollo; pero su ilustración, dinamismo y calidad estética nos obligan a perdonarle y seguir leyendo, porque su historia va más allá y su impacto visual nos sumerge imparable y todavía más en su narración oscura, de atmósfera fría, húmeda, triste y aterradora.
Museum: un asesino en serie, lluvias monzónicas, sadismo criminal y una investigación que atrapa como pocas.
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