GENERAL MANGA OPINION

Exigencias a editoriales

Si algo está más que demostrado, es que los lectores de manga somos apasionados. Nos encanta nuestra afición y la defendemos con uñas y dientes. Es comprensible, dado que gastamos nuestro dinero en ello. Por ello, siempre queremos que el producto que adquirimos sea prácticamente perfecto. Ahora bien, ¿nos hemos vuelto demasiado exigentes? ¿Vale todo para obtener un producto increíble? Adentrémonos en el mundo de las redes sociales y las exigencias a editoriales.

Nota previa: Lo expuesto en este artículo corresponde únicamente a la opinión de su autor, y no necesariamente a la de Otaku Center o sus colaboradores.

 

CUESTIÓN DE ESTÉTICA

Rara es la semana, o el mes, que no somos testigos de alguna polémica en redes sociales. En esta ocasión, se produjo cuando ECC mostró la cubierta definitiva del primer tomo de su nueva licencia, Los diarios de la boticaria. Una obra bastante querida por el fandom. Sin embargo, cuando muchos vieron el diseño gráfico de esta se quedaron anonadados. En comparación con otras ediciones alrededor del globo, los rótulos y la tipografía elegidas no parecieron ser del gusto del público. Las quejas no tardaron en llegar. Días más tarde, la propia editorial emitió un tuit explicando los motivos de esta elección.

Este revuelo dividió a los usuarios en dos bandos. Aquellos que seguían intentando que se cambiara el diseño para hacerlo más acorde a otras versiones y aquellos que valoran más el manga en sí que su aspecto exterior. ¿Dónde me posiciono yo en esto? Pues en esto último. Puedo entender que la portada no sea del gusto de todos, pero tampoco me parece aberrante. Máxime teniendo en cuenta que ha habido destrozos bastante peores.

En estos casos, yo siempre priorizo otros detalles que sí deberíamos tener cuenta y que son más objetivos. A fin de cuentas, la cubierta no es más que algo estético, algo que se puede admirar, sí, pero que no debería ser el motivo de peso para hacerse con un manga. Debemos valorar la historia y el contenido por encima de decisiones estéticas que no dejan de ser, insisto, algo puramente subjetivo.

LO IMPORTANTE ESTÁ EN EL INTERIOR

Como venía diciendo, hay elementos objetivos que deben primar a la hora de valorar (y posteriormente quejarnos) cuando compramos una obra. Elementos que sí afectan a su lectura y, por tanto, a la comodidad de lector. Hay ciertas cosas que sí molestan y no se deberían perdonar. A saber: una traducción confusa o incoherente, una rotulación negligente o en ocasiones inexistente, un encolado o cosido deficiente…

Como veis, hay muchas cosas que sí deberíamos tener más en cuenta a la hora de protestar. Todo lo expuesto en el párrafo anterior constituye motivo de lógica queja por parte del comprador. Venimos viendo, durante semanas, que muchas editoriales toman decisiones cuestionables a la hora de lanzar sus mangas. Ya sea porque las páginas se despegan con suma facilidad, porque la rotulación es un completo desastre o porque la edición no corresponde al precio que se pide por ella.

Motivos que sí deberían generar una disconformidad en los lectores. Por eso es tan importante la comunicación directa entre editoriales y consumidores. Algo que se debe seguir incentivando siempre que las criticas estén justificadas y no respondan a pataletas infantiles de «es que a mí me gustaba así». No debemos olvidar que estamos pagando entre 9 y 12 euros por un tomo manga. Es evidente que por ello exigimos que estén en buenas condiciones y que no nos encontremos ciertos «fallos» que claman al cielo. Eso sí, por favor, siempre con educación y mesura. Se puede decir lo mismo desde un prisma de tranquilidad, y no con enfados e iras, por mucho que tengamos ganas de hacerlo.

SATURACIÓN

En un mercado manga cada vez más saturado de lanzamientos, es comprensible que haya errores, incorreciones o descuidos. Mientras las editoriales respondan a ello y ofrezcan alternativas, la cosa no debería llegar a los tribunales. Otra cosa es que ciertas editoriales parezcan pasar de todo y no aprender de sus errores. Hay una enorme escala de grises entre el conformismo de algunos (que parecen encantados con todo) y los quejicas constantes (aquellos a los que les molesta la más mínima coma).

Porque el conformismo es el mayor aliado de las editoriales y el peor enemigo de los consumidores. Mientras se sigan pasando por alto ciertas cosas y no haya repercusiones, las editoriales entenderán que está bien hecho y seguirán adelante. Por desgracia, respecto al tema de los precios ya no se puede hacer nada. Es una batalla perdida, por muchas justificaciones que se puedan dar. Y esto me lleva a la excesiva conformidad de algunos, que parecen tragar todo porque, alegan, hay que «apoyar» el mercado. ¿Y quien apoya a los compradores?

El ejemplo más practico es la edición de ECC de su novedad más reciente Chihayafuru. Dejando a un lado las cuestionables decisiones de hacerla bimestral y no lanzar una colección de karuta como sí han hecho la gran mayoría de ediciones extranjeras, hay otra que escama todavía más. Han decidido hacer una edición personal, que han explicado en un tuit bastante confuso. Básicamente, han dividido el manga en arcos basándose en las edades de los protagonistas. Una alternativa que es difícilmente comprensible, dado que tendremos tomos de distintas paginaciones (muy distintas) y una colección extraña. Por cierto, tampoco han intentado rescatar las páginas a color que sí había en ciertas ediciones.

Y es en cosas como estas donde el conformismo de los lectores es un arma que saber blandir. Si una edición no nos gusta o resulta incomprensible, tenemos derecho a hacerlo saber. Igual que tenemos derecho a no comprarla. Si nuestra obra favorita recibe un tratamiento vago o, como poco, cuestionable, podemos hacérselo saber a la editorial. Puede que caiga en saco roto, pero puede que no, algo que ya ha ocurrido en ocasiones y ha permitido a algunas editoriales hacer pertinentes y sabias rectificaciones.

En definitiva, la salud y la calidad del mercado está en manos de todos. Tendiendo un puente, aunque sea virtual, entre consumidores y editoriales podemos aprender unos de otros. El objetivo será el mismo para todos: poder disfrutar de nuestros mangas favoritos en las mejores condiciones posibles.

¿Qué os ha parecido el artículo? ¿Qué opináis de las exigencias a editoriales? ¿Os parecen excesivas?

 

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Sobre el autor...

Yer Wells

Lector de manga desde hace más de diez años y habitual redactor sobre este campo. Me maravillan las historias raras y busco sorprenderme en cada lectura. Lo mainstream no está reñido con la calidad.

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