Son numerosos los temas que puede abarcar una obra y más en Japón, un país donde parece que nada se escapa a ser recreado en forma de manga. Así, tenemos historias sobre apuestas, medicina, insectos, las células del cuerpo humano, deportes extraños, mascotas salidorras… Nada escapa a este formato. De hecho, el propio mundillo del manga ha sido retratado en más de una ocasión en numerosas obras. En este artículo, hablaremos, efectivamente, del metamanga.
MAMÁ, QUIERO SER MANGAKA
Empezamos por el título que probablemente muchos estéis pensando. Bakuman (Norma Editorial, 20 tomos) es quizá la obra más popular sobre el arte de crear un manga, centrada mayormente en el shonen y en cómo funciona la revista Jump. La historia de Takagi y Mashiro no deja de ser, en el fondo, un sutil reflejo de la propia dupla creativa formada por Ohba y Obata. A lo largo de sus más que interesantes páginas, el lector conocerá bastante a fondo toda la maquinaria detrás de la creación de un manga. Se reflejan aspectos como la labor del editor, las votaciones de popularidad, el reparto de tareas, el criterio a la hora de seleccionar obras… Si te interesa el mundillo, es una obra sin duda imprescindible.
En un tono algo más serio y muy autobiográfico, tenemos Un zoo en invierno (Ponent Mon, tomo único). Esta obra refleja los primeros pasos del autor en Tokio y sus duros inicios como mangaka a través de su protagonista, alter ego del autor, Hamaguchi. Así, refleja lo complicado que es compaginar su vida como mangaka con algo tan sencillo como vivir la vida libremente.
Otra obra relevante es Opus (Planeta Cómic, 2 tomos). El genio Satoshi Kon mezcla con acierto realidad y ficción en una historia tan compleja y enrevesada como nos tiene acostumbrados este maestro. Una extraña mezcla meta entre thriller, aventura, fantasía y un reflejo de la propia labor del mangaka.
Gekkan Shojo Nozaki-kun (Inédita hasta ahora) nos ofrece otra perspectiva del trabajo de un mangaka. Nuestra protagonista, Sakura, está secretamente enamorada de su compañero Nozaki. Cuando por fin se atreve a confesar su amor, este cree que es una fan de sus obras y la invita a su casa para… ¡ayudarle con su manuscrito! Este hilarante manga toma unos derroteros mucho más desenfadados que las obras anteriores, ofreciéndonos una tierna y divertida historia muy querida por el público.
Por otro lado, Kingyo Koshoten (Inédita) nos ofrece una visión del mundo del manga desde el punto de vista del consumidor, no del creador. Ambientada en una librería, en cada capítulo se nos descubren diversas obras a través de una miríada de variopintos personajes con sus propias circunstancias que encuentran, en este lugar, un nuevo valor en la lectura y una nueva visión para encarar sus vidas desde otra perspectiva.
De corte similar, pero en tono más humorístico, tenemos en España La librera calavera Honda-san (Fandogamia, 4 tomos). En esta obra, su autora, la propia Honda que trabaja como librera, relata diversas anécdotas ocurridas en su lugar de trabajo mientras lidia con clientes de lo más excéntrico. Muy recomendable y divertida a poco que te interese el mundillo editorial.
Finalmente, cabe destacar el curioso caso de Bokuman, obra de Syuho Sato en clara referencia a la obra de Ohba y Obata. En esta historia, su autor pretendía contrastar con la obra antes mencionada para resaltar lo increíblemente complicado, duro y estresante que es la profesión de mangaka y todos los entresijos que no se ven. Sin embargo, el propio Sato abandonó el proyecto al poco de empezar, siendo relevado por el propio ilustrador de la historia, Tokihiko Ishiki.
¡VAMOS A HACER UN ANIME!
¿Y qué ocurre en el mundillo del anime? Pues, efectivamente, no son pocos los que lidian con todo el proceso de elaboración de una serie de animación.
Tenemos, para comenzar, la popular y excelsa Shirobako (24 episodios, P.A. Works). Nos cuenta la historia de cinco amigas que, desde pequeñas, aman la industria de la animación. Ya de adultas, comienzan a dedicarse a ello profesionalmente. Lo interesante de esta serie es que refleja prácticamente todas las caras del proceso: desde la creación del guion y los storyboards hasta la animación por ordenador, pasando incluso por la selección de seiyuus y las sesiones de grabación. Desde luego, es una de las mejores series si quieres conocer por dentro el mundo del anime.
Más recientemente, hemos podido disfrutar de Keep Your Hands Off, Eizouken! (12 episodios, Science Saru), obra del reputado director Masaaki Yuasa. Este anime supone una carta de amor puro a la industria de la animación. Nos cuenta como un trío de amigas pone todo su empeño en la creación de un corto de anime para mostrar ante toda la escuela. En el proceso, aprendemos acerca de las metodologías de trabajo, los recursos que se utilizan e incluso el propio anime juega con este desarrollo creativo usando diversos estilos artísticos. Una auténtica joya.
Si lo que más os interesa es el proceso de doblaje, tenemos varios animes que se sumergen de pleno en este mundillo. Uno de ellos es Seiyuu’s Life (13 episodios, Gonzo), que nos cuenta cómo se llega a ser actor de voz profesional desde lo más bajo. En un tono algo más realista y duro está Girlish Number (12 episodios, Diomedéa), que refleja más los sinsabores de esta profesión y lo realmente complicado que es hacerse un hueco en esta industria. Finalmente, destacaremos Koe de Oshigoto (2 OVAS, Studio Kogumi), que se centra en el doblaje de videojuegos para adultos, ofreciendo una perspectiva distinta.
Otro anime que refleja las ambiciones artísticas de sus protagonistas en diversos ámbitos de la industria (arte, doblaje, animación…) es Sakurasou no Pet na Kanojou (24 episodios, J.C. Staff). Viviremos con ellos todas las dificultades, alegrías, penas y emociones que supone labrarse una vida profesional en el camino que cada uno de ellos ha elegido. No solo aprenderemos sobre el mundillo, sino que disfrutaremos de una gran historia con personajes a los que es inevitable amar y querer a los que como espectador deseas lo mejor de lo mejor. Una obra absolutamente recomendable.
No podemos dejar de mencionar Genshiken (38 episodios + 2 OVAS, Genco), que abarca todas las facetas de la cultura otaku a través de sus variados protagonistas. Todos ellos son miembros de la Sociedad para el Estudio de la Cultura Visual Moderna. Al igual que en la obra anterior, a pesar de las referencias y ciertos aspectos de la cultura pop que salen mencionados, también se centra más en la evolución de sus personajes, que han de salir de su cascarón para hacer frente, poco a poco, a las responsabilidades de la vida adulta.
Los otakus más talluditos recordarán sin duda alguna Otaku No Video (2 OVAS, Gainax). Se nos presentaban e introducían aspectos de la cultura manganime a través de una serie de entrevistas y comentarios de fans de la época, además de relatar los orígenes del propio estudio. Una obra muy curiosa que aún hoy tiene relevancia e interés, a pesar de lo mucho que han cambiado algunas cosas.
¡Hasta aquí nuestro repaso por el metamanga, con extra de metanime! ¡Nos hemos dejado obras en el tintero, sí, pero hemos querido destacar algunas de las más relevantes! ¿Cuáles son vuestras favoritas? ¿Qué obras os descubrieron los entresijos del mundillo? ¡Os leemos!
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