El próximo 3 de febrero se estrena Resident Evil: El capítulo final, entrega que promete poner el broche final a la saga. La ocasión invita a hacer un repaso de lo más peliculero de la franquicia, ¡coged unas cuantas hierbas y cintas de tinta!
RESIDENT EVIL (2002)
Capcom revolucionó el mundo de los videojuegos con el primer Resident Evil, poniendo de moda los survival horror junto al posterior Silent Hill. Era lógico que la adaptación a película de imagen real no tardase en llegar, y desde 1997 se estuvo trabajando en una traslación cinematográfica no exenta de problemas de producción.
En un primer momento, el director elegido para el proyecto fue ni más ni menos que George A. Romero, padre de los zombies en el celuloide gracias al clásico La noche de los muertos vivientes; pero Capcom no estaba conforme con su guion (protagonizado por Jill Valentine) y lo despidió. El elegido fue finalmente Paul W.S. Anderson, que había triunfado años antes con otra adaptación de un videojuego como Mortal Kombat (sí, ya tenéis en vuestra cabeza el tema principal de la banda sonora, con esa música electrónica machacona y pegadiza…).
Desde el principio se estableció que la película no seguiría el argumento de ninguno de los videojuegos (de hecho, se rumoreó que Capcom desechó el libreto de Romero por ser muy similar al primer Resident Evil), de forma que pudiese llegar a más público, tanto creando nuevos aficionados como sorprendiendo a los fans que acudieran a las salas; así, se decidió crear una nueva protagonista, Alice, que en principio iba a estar interpretada por Sarah Michelle Gellar (especializada en el exterminio de criaturas terroríficas desde Buffy, cazavampiros) pero que finalmente se quedó con los rasgos de Milla Jovovich, que ya había demostrado ser toda una heroína de acción en El quinto elemento.
Con muchos guiños a los cuatro primeros juegos pero sin utilizar ninguna de sus historias ni personajes, parecía que el largometraje no tenía asegurado el éxito… pero lo consiguió, vaya que sí: con un presupuesto de 35 millones de dólares recaudó más de un centenar, asegurando el futuro de la franquicia en la gran pantalla.
Triunfó, en primer lugar, porque encontró su propia personalidad, actualizando el género de zombies al siglo XXI, metiendo un buen chute de ciencia-ficción, añadiendo una dosis de mensaje anti-corporaciones y recreándose en una acción estilosa y molona; sí, quizá se desviaba del Resident Evil más tradicional, pero causó tan buena impresión que acabaría influyendo en los videojuegos, incluida la famosa escena del pasillo atestado de rayos láser…
RESIDENT EVIL 2: APOCALIPSIS (2004)
La secuela no tardó mucho en llegar, acompañada de nuevo director. Alexander Witt (director de fotografía en Gladiator, Piratas del Caribe o Skyfall) sustituyó a Anderson, que se mantenía como guionista. Ahora la acción abandonaba la instalación subterránea de la primera parte y se situaba en las calles de Raccoon City.
En esta ocasión sí se incluyeron algunos personajes de los videojuegos como Jill Valentine, Carlos Oliveira y Nemesis, acentuando la influencia de Resident Evil 3 en el guion (con algunas pinceladas de la segunda parte) aunque la estrella y centro sobre el que giraba el argumento seguía siendo Alice.
¿Quería la gente más Resident Evil en la gran pantalla? ¡Y tanto! La recaudación superó la de la primera entrega hasta casi alcanzar los 130 millones de dólares, y podemos decir que los espectadores acudieron al cine como una horda de zombies. Sí, chiste fácil…
RESIDENT EVIL: EXTINCIÓN (2007)
Tras el éxito de los dos primeros capítulos la saga cinematográfica se separó totalmente de los videojuegos, con una historia que cambiaba las familiares calles de Raccoon City por las polvorientas carreteras del desierto de Mojave. ¿Habéis dicho Mad Max con muertos vivientes? Sí, básicamente eso es Extinción.
Cual funcionario aferrado a su trabajo, Paul W.S. Anderson ejerció nuevamente de guionista volviendo a ceder la dirección, esta vez al conocido Russell Mulcahy, responsable de algunas de nuestras más rememoradas películas de la infancia como Los inmortales o Ricochet (tal vez el recuerdo sea mejor que la realidad… pero eso es ya otro cantar).
Caras conocidas que debutan en este episodio: pues ni más ni menos que Claire Redfield (Ali Larter) y Albert no-me-puedo-creer-que-sigas-vivo Wesker (Jason O’Mara). Pero siguen siendo comparsas (de gran caché, eso sí) de Alice, cuya historia va cogiendo más profundidad con la aparición de sus clones. Trama más complicada, acción más postapocalíptica (y diurna) que nunca y nuevo triunfo de caja, con un acumulado cercano a los 150 millones de dólares.
RESIDENT EVIL: ULTRATUMBA (2010)
Resident Evil llevaba ya ocho años reventando cráneos de zombies cuando llegó Ultratumba, por lo que había que hacer algo para que la saga no cayese en lo previsible; Anderson volvió a la dirección, y lo tenía bastante claro: aprovechamiento del 3D estereoscópico tras el exitazo de Avatar el año anterior. Dicho y hecho.
La acción se adaptó a las nuevas tecnologías de forma maravillosa, con unas coreografías más cuidadas y que explotaban muy bien el formato que puso de moda James Cameron, que además colaboró con el rodaje; de hecho, las críticas se refirieron a este apartado como uno de los puntos más positivos de la película, por lo que se puede confirmar literalmente que estas herramientas, por entonces novedosas, aportaron una nueva dimensión a la franquicia. Ademas, con Ultratumba también llegó el deseado debut de Chris Redfield, interpretado por Wentworth Miller (de moda por entonces gracias a la televisiva Prison Break).
Resident Evil 5 se convirtió en la principal influencia de la propuesta incluyendo las flores zombie, el asesino descomunal del hacha, la Jill Valentine controlada por Umbrella y una recreación plano a plano del enfrentamiento final del videojuego. Resultado: casi 300 millones de dólares de recaudación, la más exitosa de la franquicia hasta el momento.
RESIDENT EVIL: VENGANZA (2012)
Qué mejor forma de celebrar el décimo aniversario de las películas de la saga que con otra entrega más, de nuevo dirigida por Anderson y potenciada con el formato tridimensional. El correcalles de Alice huyendo de Umbrella, los zombies y la extinción de la raza humana se complica más con una buena ensalada de clones, a los que se unen tres personajes de los videojuegos que aparecen por primera vez en la franquicia: Leon S. Kennedy, Ada Wong y Barry Burton (Johann Urb, Bingbing Li y Kevin Durand), lo que sugiere que, en esta ocasión, es Resident Evil 4 el juego que más referencias y guiños aporta. Hasta Las Plagas tienen un papel importante en el argumento, aunque con una versión un tanto más refinada que la original.
¿Estaba ya la gente cansada de tanta aventura de Resident Evil? Pues parece que no, porque aunque esta entrega recaudó algo menos que la anterior llegó a los 240 millones de dólares cuando sólo costó 65 millones: la saga tenía una salud de hierro.
RESIDENT EVIL: EL CAPÍTULO FINAL (2017)
This is the end, my only friend, the end…
El título lo deja bastante claro, ¿no? Paul W.S. Anderson tenía la intención de rodar esta película al mismo tiempo que la anterior, pero decidió finalmente centrarse en cada una de ellas por separado. Y tanto que lo ha hecho: hemos tenido que esperar cinco años a que llegara a nuestros cines, la mayor espera entre entregas de la franquicia.
De momento se sabe que la historia de El Capítulo Final comienza tres semanas después de Venganza, con el regreso de Alice a Raccoon City junto a Ada. Siendo la última película se espera que regresen todos los personajes de anteriores entregas (los que siguen vivos, al menos) y que se cierren todas las líneas argumentales.
¿Conseguirá Alice derrotar a Wesker y traer la paz a la raza humana? ¿Conseguirá Umbrella hacerse con el control completo de nuestro planeta? Podrás descubrirlo… si tienes el valor suficiente para acudir a las salas de cine a partir del 3 de febrero.
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