Las estaciones han dejado de ser cíclicas. Y si no, ¡que me digan donde está el invierno, que yo lo vea! La primavera ha llegado pero no se siente igual. Casi parece que llevamos meses ya instalados en ella. En fin, reflexiones climatológicas a un lado, otro mes más llega a su fin. Con ello, toca hacer balance de lecturas. En esta ocasión, ha sido un mes bastante interesante. Ha habido estrenos, obras que terminan y otras que, por fin, sacan un nuevo tomo al mercado tras años (sí, años) de espera. ¡Os presento mi TOP 3 mangas de marzo 2024!
UNO MÁS UNO SON SIETE
Un primer tomo de un manga (sobre todo si va a ser una historia extensa) tiene una misión muy complicada: sentar las bases al lector y mantener su interés. Una tarea ardua, pues hay que condensar bastante información en un espacio limitado, generalmente unas 180-190 páginas. En el caso de una obra de fantasía, como la que nos ocupa, la hazaña es todavía más difícil, pues conviene introducir el contexto (lo que llamamos lore) sin que la curiosidad decaiga y el lector sienta que desea saber más.
Nao Iwamoto, afortunadamente, es una mangaka experta en estas lides. Con su obra anterior País de Oro, País de Agua, nos mostró que le bastaba un tomo único para hacernos partícipe de una historia maravillosa, no exenta de reflexiones sociales y políticas. En muchas ocasiones, la autora se sirve de la fantasía para presentar diatribas que resuenan en nuestro mundo sin perder un ápice de actualidad. Ahora, con Los siete caballeros del Reino Marronnier, nos demuestra una vez más que domina su narrativa con maestría.
En esta ocasión, se nos presenta el reino Marronnier, ubicado en el mismísimo centro del país. A su alrededor, un conjunto de territorios a los que estos siete caballeros (hijos de la reina Baribara, que no ha perdido el tiempo, ejem) deberán acudir para establecer relaciones diplomáticas efectivas. La premisa, que a priori parece sencillita, pronto se tornará más compleja. Poco a poco, se nos van introduciendo personajes nuevos, relacionados en mayor o menor medida con estos reinos. Asimismo, se irán entretejiendo intereses ocultos aquí y allá que harán que esta tarea, que parece tan idealista, sea mas complicada de lo esperado.
No hay engaño: este primer tomo es muy introductorio. Con todo, Iwamoto hace una labor buenísima presentando las características que definen a cada uno de estos carismáticos caballeros. Características definidas por su propio nombre, que ayuda mucho a hacerse una idea de su personalidad. Así, por ejemplo, Friolero es dado a abrigarse porque pasa frío en casi cualquier sitio e Insomne parece capaz de aguantar muchísimo tiempo sin pegar ojo. Lejos de simplificar en exceso a los personajes, estas cualidades (sean más o menos ventajosas) nos sirven como lectores para conectar con ellos más rápidamente. No os penséis que son clichés con patas, ya que sus dones son solo una pequeña parte de su personalidad, no una definición pura de la misma.
En definitiva, he disfrutado de la lectura de este tomo uno, y estoy seguro de que Iwamoto pronto va a empezar a mover ficha para que la trama vaya enganchado más y más. Entiendo que para muchos este primer tomo, siendo demasiado introductorio, no suponga un aliciente para continuar. En mi caso, sin embargo, creo que la pluma y la narrativa de Iwamoto son tan especiales y únicas que sé que voy a partir en un viaje sin igual. Y me encantan los viajes moviditos, al menos en la ficción.
ANOMALÍA, CUANDO SERÁS MÍA
Todos tenemos historias que, de algún modo u otro, marcan nuestras vidas. Quizá por encontrarnos en un momento vital en el que nos identificamos con sus personajes o, sencillamente, porque resuenan con nosotros por motivos que a veces traspasan lo puramente cognoscible. Yo, al igual que muchos otros, descubrí Monogatari gracias a su icónica adaptación animada, cortesía de Shaft. Solo un estudio como ese podía captar las muchas particularidades de este singular autor. Lo lograron con creces, porque me vi inmerso en este mundo sin remisión. Por suerte, para cuando yo conocí a Araragi y las anomalías, ya había varias arcos del anime disponibles, así que me pude gozar el atracón. Eso sí, para los últimos compases tuve que sufrir y esperar agónicamente.
Han pasado ya unos años desde que dije adiós en anime a Koyomi y toda la banda. Por eso no esperaba ni que fuera a haber, años después, una adaptación a manga basada en las novelas originales de NisioIsin ni que ese mismo manga llegaría a España de manos de una editorial que, por aquel entonces, casi estaba arrancando. Ahora, en 2024, sus 22 tomos, que comprenden casi toda la totalidad (casi) de la historia original, han sido íntegramente publicados por Milky Way. Y no puedo estar más agradecido de haber vuelto a disfrutar de este viaje sin igual. Eso sí, con cierta madurez propia de la edad, y es que hay cosas que ahora me chirrían más que antes.
Para los no entendidos en la materia, Monogatari es la historia del joven Koyomi Araragi, que un buen día se topa con una vampiresa moribunda en un callejón. Algo reticente, decide ayudarla prestándole un poco de su sangre, convirtiéndose posteriormente él tambien en un vampiro. Pero Shinobu (más conocida como Kiss-Shot Acerola-Orion Heart-Under-Blade) no es la única anomalía a la que nuestro joven conocerá. Y es que el pobre se terminará metiendo en toda clase de líos para ayudar a las demás, llegando incluso a sacrificarse a sí mismo.
Cuando era más joven, había elementos de Monogatari que pasaba por alto porque estaba disfrutando muchísimo de la historia y del increíble lore que me presentaba NisioIsin. Sin embargo, ahora percibo con más claridad ciertas cosas un tanto disruptivas que no puedo ignorar. El fanservice, especialmente en esta obra (ya que en sus historias más recientes ha rebajado muchísimo este aspecto) es, cuanto menos, abundante. Y si bien a veces se intenta camuflar con fines cómicos o justificarse con el típico «no, es que es una anomalía y actúa como tal poseída por ella» podía colar cuando era más ingenuo, pero ahora se ven a las claras las intenciones.
Dicho esto, y siguiendo con mi honestidad total, tengo que decir que, incluso así, adoro tanto esta obra que puedo disfrutarla aún con esto. Por supuesto, esto no quiere que me agrade ni que me parezca correcto, pero el resto de Bakemonogatari es tan bueno que casi me da hasta rabia que en ocasiones el autor se vea con la necesidad de recurrir a lo facilón (enseñar bragas, canalillos y culos) para mantener la atención del lector. Este aspecto, hay que decirlo, se ve potenciado por el mangaka encargado de esta adaptación. A poco que conozcáis a Ogure Ito, sabréis que le chiflan esta clase de cosas (los lectores de Air Gear sabrán de qué hablo).
Y aún con todo esto dicho, el viaje ha sido tan brutal… pero tan brutal, que solo sería perfecto si no se usara el cuerpo femenino de esas formas tan perversas para la mirada masculina. Porque sí, NisioIsin, con sus más y su menos, es un genio de la narrativa, capaz de hacer que lo que parece predecible pegue giros de lo más inesperados e interesantes. Juega como pocos con la mente del lector y no le suelta hasta que le tiene bien agarrado. No le llamo genio a la ligera; siento envidia, como creador, de que sea capaz de ingeniárselas para concebir un mundo tan rico, interesante y profundo. Insisto: el viaje es una auténtica pasada, un viaje que no tenía por qué recurrir a lo que recurre para contar su increíble historia.
PRÍNCIPE BUSCA GUARDAESPALDAS
Permitidme que abuse un poco más de la palabra «genio» en este TOP 3 mangas de marzo 2024. Togashi lo es, es un puñetero genio. Y, todo hay que decirlo, bastante vago. No me gustaría que ocurriera algo similar a lo pasado con Miura. Su pérdida fue trágica, pero su obra continúa en manos de otros, algo que puede contentar más o menos a su fandom (este debate es muy interesante). Togashi tiene problemas de salud, motivo por el que la serialización de Hunter x Hunter se resiente. Los capítulos van saliendo muy a cuentagotas, y se tardan incluso años en lanzar suficientes como para ser agrupados en un tomo. Por eso motivo, ser fan de este manga es como serlo del Atlético de Madrid; se sufre, y mucho. Prometo no hacer más referencias de fútbol, aunque tampoco me saldrían más…
La cuestión es que cada nuevo tomo de este manga es para mí una auténtica delicia. Si bien me obliga a repasar un poco lo ocurrido anteriormente, al estar distribuida la historia en arcos, no es necesario remontarse al principio de los tiempos para recordar qué estaba pasando. Este arco, el llamado «Expedición al continente oscuro», acaba de comenzar como quien dice. Se inició en el capítulo 340 y, hasta donde hay ahora publicado, que es lo que abarca este tomo 37, se llega hasta el capítulo 390. A juzgar por lo visto hasta ahora, tiene pinta de que aún le queda cuerda para rato. Por eso los fans nos dividimos entre amar a Togashi o desear con todas nuestras fuerzas que se ponga bien y se ponga a currar. Si solo fuese tan fácil…
Decía que este mangaka es un genio porque logra que cada arco parezca un manga totalmente nuevo. No tiene reparos en ir usando y descartando a sus personajes (incluso al aparente protagonista, que aquí ni sale) para ir creando distintas atmósferas y tramas. En esta ocasión, este arco nos presenta a una plétora de personajes montados en un barco de lujo rumbo a un desconocido continente, todavía por explorar. Y Togashi logra que el destino sea lo menos importante (aunque seguro que eso da para otro arco después) y que el viaje esté siendo una auténtica locura.
Porque claro, en este navío viaja gente muy importante; a saber: una serie de príncipes de distintos reinos, sus correspondientes guardaespaldas, miembros de la Asociación de Hunters, la Organización de la Araña y otras personas que se han unido al viaje por motivos personales. Sumemos a esto los originales usos que cada persona le da al nen y tenemos una de las historias más apasionantes y enrevesadas que hay.
Tanto es así que, confieso, a veces es difícil seguirle el ritmo al autor. Mete muchos personajes y subtramas, por lo que obliga a estar muy atento a todo lo que ocurre. Además, bien sabéis que a este autor le encanta meter parrafadas para explicar todo en detalle. Esto, que a muchos puede echarle atrás, a mí me demuestra el interés que pone en que todo quede bien hilado y que no se permita incumplir sus propias reglas. Si Togashi explica algo, es porque es necesario, no para tratar de tonto al lector. Es más, todo lo contrario, te lo cuenta porque luego lo usará de una forma que no habrás visto venir. Eso es lo magnífico de esta obra, que logra ser distinta cada vez, pero siempre fascinante. Ojalá no nos hiciese estar con el corazón en puño, pendientes de si podremos saber cómo sigue o no.
¡Hasta aquí mi TOP 3 de mangas de marzo 2024! ¿Cuáles fueron vuestras lecturas del mes?
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