Junio es mi mes favorito. Y no lo digo solamente porque sea mi cumpleaños este mes, sino porque se huele ya el aroma a verano. ¿Y eso qué significa? Pues viajes, nuevas experiencias, descanso y… ¡tiempo libre! Y una estupenda forma de usar ese tiempo libre es leer manga. O también podéis, no sé, ¡leer manga! ¿He dicho ya que podéis leer manga? A ver, estáis en una web dedicada al manganime y el cómic, no sé qué esperabais. Pero no os preocupéis, que entre la enorme cantidad de cosas que se publican cada mes, ¡nosotros elegimos las mejores! Ahí va mi TOP 3 Mangas de junio 2024. ¡Y el jueves, turno de mi compañera!
MI MAMÁ ME MIMA (DEMASIADO)
El instinto protector de una madre es casi una fuerza sobrenatural de la naturaleza. El vínculo que esta crea con ese retoño que lleva tantos meses en su interior hasta que por fin ve la luz del sol es algo que solo ellas comprenden y experimentan. Son numerosos los productos de ficción que nos hablan de la maternidad y esa relación tan poderosa que se ejerce entre madres e hijos. No obstante, el autor que nos ocupa, Shuzo Oshimi, es un experto en darle la vuelta a todo, en contemplarlo desde un prisma retorcido y único. Si ya habéis leído a este mangaka, os podéis hacer una idea de por dónde van los tiros. Si no, preparaos para un viaje sobrecogedor.
Por suerte para Seiichi, madre no hay más que una. Siempre ha vivido al amparo de ella, debido a su caracter tímido y algo apocado. Su madre Seiko le sobreprotege, le mima en exceso, generando una fuerte dependencia en su hijo. Tanto es así, que la propia personalidad de Seiichi está supeditada a lo que diga y haga su madre, que asegura solo buscar lo mejor para él. Incluso aunque eso suponga mentir, ocultar hechos terribles o privarlo de cualquier atisbo de vida social. Su relación, ya extraña y truculenta, dará un giro inesperado cuando, en una excursión por el monte, su madre empuje «accidentalmente» al primo de Seiichi. ¿Por qué lo hizo? ¿Qué oculta realmente Seiko?
Pocas veces he leído un manga (o cualquier cosa, de hecho) que me haya generado sensaciones tan impactantes y fuertes. Shuzo Oshimi va construyendo un relato que constantemente va in crescendo, sin dar tregua. Los paneles se suceden sin remisión, la historia te atrapa sin remedio y los tomos vuelan. Este autor es todo un maestro a la hora de contarlo todo sin necesidad casi de usar la palabra. Bastan miradas, gestos, ausencias o juegos de perspectiva para contagiar al lector toda clase de sentimientos y emociones. Os prometo que he sentido miedo y congoja más de una vez leyendo este manga.
Resulta increíble cómo juega Oshimi con la trama, haciéndolo todo siempre más y más retorcido, llevando a sus personajes al límite de la cordura. El estrés al que se ve sometido Seiichi provoca cambios radicales en su personalidad y su forma de actuar. La sutil manipulación de su madre, que también arrastra ciertos traumas del pasado, los lleva a ambos a límites opuestos. Pasan del amor más enfermizo al odio más insano. La pura definición de una relación tóxica construida con maestría por un mangaka que nos tiene acostumbrados a dejarnos sin habla con sus historias. Rastros de sangre cautiva, sobrecoge y aterroriza. Al igual que una madre sobreprotectora y un hijo al que ya le cuesta encontrarse a sí mismo en un ambiente tan enrarecido.
AQUÍ NO HAY QUIEN VIVA
Un hogar, dicen, es para siempre. Para muchos, algo intensos, hogar es aquel lugar donde están las personas que amamos, más allá de las cuatro paredes que lo delimitan. Con todo, no podemos negar la especificidad de lo que es realmente una casa. Un techo donde cobijarnos, solos o en compañía. Además de que hay algo místico en ello. Es un lugar tan cercano y que sentimos tan propio (aunque vivamos de alquiler), que numerosas vivencias se suceden en torno a él y en su mismísimo interior. Dichas vivencias pueden pasar como simples anécdotas, pero seamos sinceros, nos encanta cuando escuchamos historias acerca de presencias extrañas o sobrenaturales. Siempre y cuando no ocurra en nuestra propia casa…
Precisamente a esto se dedica el taciturno Obana, un experto carpintero especializado en el mantenimiento de casas. Aunque quizá no de la forma en la que estáis pensando. Más allá de remodelar, modernizar o ajustar estructuras, su rama de trabajo se orienta más a la solución de enigmas atípicos. Ya sea un pozo extraño que termina matando el florido jardín de una bonita casa, una presencia ajena en el techo o un garaje maldito que hace que tu coche no siempre arranque debido a lo que allí ocurrió… En Historias sobrenaturales de mantenimientos Karukaya seremos testigos de acontecimientos de lo más extraños e interesantes que asolan a los pobres inquilinos de diversos hogares.
Kazue Kato se aleja por completo del shonen más tradicional de su obra magna Blue Exorcist para tontear con el misterio y el terror en este tomo único. Lo primero que entra por los ojos al adquirir el manga es, por supuesto, su increíble estilo de dibujo. El formato grande de la obra permite, además, deleitarse con las páginas a todo color y la gran cantidad de detalles presentes en su exquisito trazo. Por si fuese poco, la autora logra meternos el miedo en el cuerpo con ciertas ilustraciones o viñetas en la historia que resultan escalofriantes y te sumergen por completo en los hechos. Casi te sentirás como si fueras el inquilino al que están arreglando el «problema».
Las historias, además, resultan todas sumamente interesante, y al final del tomo se incluyen ilustraciones a todo detalle de las casas en las que se ha inspirado el autor original de las novelas para construir sus relatos. Casas que la mangaka ha plasmado con un casi enfermizo lujo de detalles y que atestiguan la seriedad con la que se toma su trabajo para transmitir al lector lo mejor posible las diversas situaciones. La única pega que se le puede achacar al tomo es la incomprensible decisión de haberlo publicado en tapa dura, encareciendo así su precio. Y es una pena, sí, porque como digo el tomo es muy interesante y me ha mantenido pegado a sus páginas todo el rato.
ME SUBE LA BILIRRUBINA, CUANDO TE MIRO Y NO ME MIRAS…
El amor adolescente, qué maravilla, ¿no? Y qué mierda, a la vez. Sobre todo cuando no tienes del todo claro si es correspondido o no. Parece que Milky Way tiene un curioso fetiche en su catálogo con mangas de amor teen. Ahí tenemos fantásticas obras como Confuso primer amor, Nuestra salvaje juventud o Skip to Loafer. No nos vamos a quejar, porque son obras de una calidad apabullante y además, no nos mintamos, nos encanta proyectar en la ficción lo que posiblemente no tengamos en nuestras vidas. Como diría Estela Reynolds, «¡qué sola estoy!»
En Tú y yo somos polos opuestos, se nos presenta lo que podría parecer la típica trama de «a chica le gusta chico, pero chico no se entera de nada». La diferencia estriba, principalmente, en su protagonista femenina. Suzuki, lejos de ser la típica prota maniquea y apocada, es todo lo contrario. Intensa, extrovertida y con una marcada personalidad. Factores que, según cree ella misma, la alejan del amor, porque cree que su forma de ser puede asustar a los demás, especialmente a los chicos. Ay, amorch, todo lo contrario, es precisamente eso lo que hace que este manga sea divertido e interesante. Porque Tani, el objeto de interés romántico de nuestra adorada Suzuki, sí es el chico apocado y aparentemente tímido que raras veces protagoniza estas historias.
De este curioso binomio nacerá una relación que se cuece a fuego lento y con grandes dosis de ternura y comprensión. En esta obra, los mimbres pueden sonarnos, pero la construcción argumental aboga siempre por la ingenuidad. Los malentendidos apenas duran un par de capítulos y siempre prima por encima de todo la comunicación y el entendimiento, algo muy infrecuente en cómics de origen japonés. Además, nunca se fuerza ningún tipo de drama ni se juega con el artificio o lo negativo, porque si hay algo que defina a esta obra es su constante buen rollo.
Estamos ante una obra tremendamente positiva, que transmite unas buenas vibras necesarias y que encima resulta divertida gracias a lo opuestos que son sus dos protagonistas. Parecen incluso condenados a entenderse, pero irán aprendiendo uno del otro a través de su relación de amistad y, luego, de algo más. Pero sin buscarlo ni forzarlo, algo que se agradece muchísimo en esta clase de obras. En definitiva, un manga muy entretenido, alejado de ciertos estereotipos y con una protagonista fantástica a la que solo le podemos desear que tenga suerte en su búsqueda del amor.
¡Y hasta aquí mi TOP 3 Mangas de junio 2024! ¿Cuáles han sido vuestras lecturas del mes? ¡Contadnos, os leemos!
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