¡Cuéntame, Galko-chan!
Comedia, slice of life
Fandogamia
Junio de 2019
Rústica
120
Respuestas vitales a preguntas intrascendentes. Galko, una gal maquillada y siempre bronceada, y sus compañeras de clase, Ôno (discreta, de buena familia y educada en casa), y Otako (una otaku de manual que lee más libros que veces respira al día), responden a las dudas que asaltan a los adolescentes en su día a día en historietas llenas de contrastes, humor y preguntas muy, pero que muy personales, todo aderezado con un magnífico dibujo a todo color.
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Ya comentábamos en la reseña de Takagi-san, experta en bromas pesadas que la comedia más o menos pura se estaba abriendo un hueco en nuestro país, una avanzadilla que lideran varias chicas como la propia Takagi-san, Qué torpe eres, Ueno (Ueno-san en el original), y la que ahora nos ocupa, la popular (y algo incomprendida) Galko-chan.
Este manga nos cuenta la vida diaria de tres amigas y compañeras de clase: Galko, una gal que da la impresión de ser libertina y rebelde, pero que en realidad es tierna y considerada; Ôno, una muchacha de buena familia y muy educada; y Otako, una apasionada de los libros con una lengua afilada. Casi todo el humor se basa en la química entre las tres, sus interacciones y cómo el punto de vista de cada una choca con el de las demás.
¿Y cómo se llevan esos interesantes “debates”? Pues con capítulos muy breves que giran en torno a preguntas tan importantes como si es verdad que mirando las cejas se sabe lo frondoso que es el vello púbico; si los pechos crecen si te los tocas; el tipo de bragas que llevan las chicas según su personalidad; si las gals siempre vuelven a casa al amanecer, etcétera… La mayoría de las charlas tiene un toque picantón, pero siempre prima el buen humor e incluso algún momento entrañable, como cuando se descubre que el mayor sueño de Galko-chan es ser una madre muy dulce. Nunca se cae en lo chabacano y, si se acerca, es por simple comicidad. La lectura es divertida aunque no todos los capítulos funcionen igual de bien, pero se le coge cariño rápido a los personajes, especialmente a quien da nombre al manga.
Una cosa que llama mucho la atención es el dibujo, ya que es a todo color, lo que justifica plenamente el precio de cada tomo. El autor utiliza un estilo similar al de los rotuladores, con predominancia de morados, azules, amarillos y rojos, con un mayor nivel de detalle de lo que parece en un principio y un especial cuidado a la hora de presentar anatomías sensuales. La expresividad a veces es un poco rígida, pero mejora mucho a medida que van avanzando las páginas.
TE GUSTARÁ ¡CUÉNTAME, GALKO-CHAN! SI… te apetece una comedia sin pelos en la lengua con un dibujo llamativo.
NO TE GUSTARÁ ¡CUÉNTAME, GALKO-CHAN! SI… prefieres un humor más blanco o no te interesa el mundo de las adolescentes.
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