Acudir al Manga Barcelona cada año no solo es una buena oportunidad para reencontrarse con amigos, sino también para obtener una firma de nuestro mangaka favorito. Cada editorial tiene un sistema distinto para obtener la tan ansiada signatura. Echando un vistazo a los distintas sistemas, he estado reflexionando sobre cómo ha cambiado esto desde hace años y la manera en que se ha capitalizado todo. ¡Esta es mi opinión sobre el sistema de firmas actual!
Nota previa: La opinión vertida por el autor en este artículo es suya y no necesariamente se corresponde con la del equipo de Otaku Center.
LA FOTO Y TODO
Como decía, cada editora tiene su propia forma de gestionar este hecho. Ante la ingente demanda de gente que desea obtener el autógrafo, no queda otra que limitar el sistema. Y esto se hace de varias formas. Así, desde la editorial argentina Ivrea, para obtenerla en el caso de Oshi No Ko, exigen una foto posando junto a la colección en la estantería que habrá que enviar junto a un formulario online. Todo ello para acceder al sorteo en el que se repartirán las limitadísimas firmas de la autora.
Por un lado, Ivrea parece ser la única editorial que no obliga a comprar in situ obras de la mangaka invitada, lo cual es una clara ventaja que democratiza un poco el proceso. Sin embargo, veo irrelevante el tema de la foto, mayormente porque se puede trampear y no creo que resulte necesario. A este paso, lo siguiente que nos pedirán será la obtención del Santo Grial, un cuerno de unicornio y sangre de una doncella virgen.
¡SE SORTEA FIRMA DE TU AUTOR FAVORITO!
Por otro lado, editoriales como Milky Way o Norma sí exigen adquirir en pleno Salón una o varias obras del mangaka en cuestión para obtener un número. Dicho número entrará en un sorteo para poder acceder posteriormente a la firma en cuestión. Previamente, exigen también rellenar un formulario con los datos personales y elegir cuidadosamente qué horario prefiere el lector o lectora para poder acudir.
¿Es un sistema democrático? Sí, aunque cuestionable. Por un lado, si no resultas elegido, te ahorras quizá acudir al Salón y también hacerte con el tomo sí o sí allí. De esta forma, no es una obligación inmediata. Aunque también tengo mis opiniones sobre esta forma de hacer las cosas.
El hecho de que sea un sorteo implica que todo el mundo puede acceder, y soy consciente de que mucha gente lo rellena simplemente por probar suerte. Esto implica que no necesariamente sea fan del autor. Todo el mundo puede acceder a ella, pero no todos lo hacen por los mismos motivos. Aunque también, imagina ser fan de Yuki Tabata. Ya me jodería tener ese nulo criterio…
En cualquier caso, este sistema, democrático cual es, tampoco implica que sea el mejor. Y si no, que se lo digan a toda la gente que luego vende el tomo a precios desorbitados en Wallapop. Entiendo que, efectivamente, al ser al azar permite que todo el mundo tenga su oportunidad, pero… ¿soy el único que echa de menos las colas y las firmas por orden de llegada?
VUELTA AL PASADO
Sí, amigos y amigas. Años ha, cuando apenas había nacido el Salón, las firmas se realizaban por estricto orden de llegada. Ni formularios, ni fotitos… Eso sí, lo que se ha mantenido inalterado es la necesidad y obligación de comprar el tomito en el propio recinto para obtener un número de cola. Entiendo que se quiera capitalizar el traer a un mangaka, pues no es barato, pero como consumidor también puede resultar molesto. Un pequeño sacrificio de fan, supongo…
En mí caso, hace años que he dejado de acudir al Manga Barcelona. No ya por ganas, sino porque incluso cuando van mangakas que me interesan, considero que el sistema es bastante prohibitivo para los que no habitamos en Barcelona o alrededores. Algunos, por lejanía, solo podríamos acudir uno o dos días a lo sumo, y podría coincidir que el mangaka que me interesa justo no firme ese día o a unas horas que me son imposibles. Por ello, no me compensa gastarme más de 200 euros en un viaje (más luego las entradas del Salón) para jugar a la lotería y que me toque o no el sorteo.
Con esto, no quiero decir que se cambie el sistema, porque no deja de ser cierto que es bastante justo. Pero un viejotaku como yo añora los tiempos de hacer cola y rezar para que la hora que firme el mangaka llegue hasta ti. Que por cierto, eso es otra cosa, ¿por qué algunos mangakas solo firman una hora al día? Vale que no hay que esclavizarlos, pero creo que se podría estirar un poco más…
En fin, hasta aquí mi opinión sobre el sistema de firmas salonero. ¿A vosotros qué os parece? ¿Pensáis que se podría hacer mejor? ¡Contadnos!
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