Mangas cancelados, ¿inmediatez sobre calidad?

Aunque en el blog estamos acostumbrados a hablaros de obras actuales, de mangas en publicación que nos encantan y por supuesto que podamos recomendaros, hoy os traigo un artículo algo diferente. El año pasado vimos varios mangas cancelados, concretamente obras de la Shonen Jump, algunas de autores que han sido publicados en España. Estas decisiones cada vez tienen más repercusión debido a que, gracias a internet y a las aplicaciones legales, podemos disfrutarlas en todo el mundo.

Si sois como nosotros y os gusta conocer las nuevas obras que van saliendo en Japón, seguro que tenéis la Jump+ en vuestro móvil. Gracias a ella es muy fácil descubrir mangas actuales, pero también cabe la posibilidad de que se cancelen en el peor momento. Es por ello que queríamos traeros esta reflexión y darle una vuelta a lo que ello supone tanto para los lectores como para los autores.

Nota previa: Las opiniones vertidas en este artículo corresponden únicamente a su autora y no son necesariamente compartidas por Otaku Center o sus colaboradores.

LA CULTURA DE LA INMEDIATEZ

Está claro que uno de los principales motivos por lo que los mangas se cancelan con apenas 20 capítulos es la cultura de la inmediatez. Vivimos en un mundo en el que nos es tremendamente fácil acceder a todo lo que queramos, cuando queramos. No nos gusta esperar, cada vez nos volvemos más impacientes, y ello se traslada a la forma en que consumimos cultura y en la que disfrutamos de nuestras aficiones. El manga, por supuesto, no es una excepción.

Cada vez llama más la atención la forma en la que los mangakas inician sus mangas. Capítulos algo más largos y directos al grano, cargados de acción y que desvelan gran parte de la trama de la obra sin dar lugar ni a una pizca de misterio ni a especulaciones. Esto es, sin duda, una respuesta a la forma en la que consumimos las obras. Queremos que algo nos entretenga desde el minuto uno, que sea rápido, atrayente y emocionante de principio a fin. Se toleran cada vez menos los capítulos lentos, de explicaciones o que sirven para crear ambientación y trama. La sorpresa y los giros de guion priman sobre un argumento complejo y elaborado.

Especialmente en revistas como la Shonen Jump, dedicadas a un público joven, se espera que una obra triunfe desde el principio. Por ello mangas que quizás necesitarían unos cuantos tomos para arrancar, porque nos muestran situaciones más complejas, quedan relegados a un segundo plano y no terminan de encajar.

Con ello no queremos decir que nos tenga que gustar todo a todos, ni mucho menos. Cada uno tenemos nuestros gustos. Pero cuando hablamos en general, viendo cómo obras como Alien’s Area o Ayashimon, del creador de Jigokuraku, no han tenido ni tiempo de despegar, no podemos evitar pensar que se debe, en gran medida, a su desarrollo algo más lento y complejo.

RITMO DE VÉRTIGO

Todo lo que os acabamos de contar tiene otra consecuencia, y es el ritmo de publicación que se espera de los autores. Aunque nos pueda parecer que un capítulo a la semana es fácil de sacar adelante, nada más lejos de la realidad. Elaborar un manga es muy complicado, los tiempos que se esperan de los artistas son, a veces, irreales.

Aunque es algo que últimamente sí que está cambiando. Cada vez podemos ver más mangas que publican capítulo cada dos semanas, como es el caso de Kaiju #8 o Diamante en Bruto… Pero son los que menos. Al final es indudable que todo depende de la popularidad de la obra y el ritmo de trabajo de los autores. De lo que no cabe duda es de que ello afecta a la salud de los creadores, que no dejan de ser humanos, aunque se les exijan resultados más propios de un robot.

Se refleja en la calidad de la trama y en la del dibujo, especialmente en autores noveles, que no están acostumbrados al exagerado ritmo que se les impone. Si cada vez tienen que crear obras más interesantes y atrayentes lo más rápido posible, y mantenernos enganchados a cuantos más lectores mejor, ¿no sería ideal que dispusieran del tiempo suficiente para hacerlo? Pero tal como está el mercado a día de hoy es impensable.

Confiamos en que cada vez más los mangakas sean tratados como se merecen. Que situaciones como las de Yoshihiro Togashi o Ai Yazawa se conviertan en algo del pasado. Porque sacrificar la salud de los artistas por la inmediatez y por mantener contestos a los lectores no es la solución. Repercute en los fans, que no veremos terminadas nuestras obras favoritas. En ese caso, ¿no sería mejor esperar más por cada capítulo? Al menos habría menos posibilidades de que los autores enfermaran, que es lo más importante, pero también de que la serialización no se interrumpiera.

ODIO SIN MEDIDA

Otra consecuencia de que estemos todos tan conectados es algo que, en principio, sería bueno. Gracias a plataformas como Twitter o Instagram podemos comunicarnos directamente con artistas y editoriales. Así, se nos permite disfrutar directamente de bocetos que ellos mismos nos muestran, de ilustraciones que no aparecen en los mangas o de su proceso creativo. Es algo que apreciamos muchos, esa cercanía con los autores a pesar de lo lejos que están físicamente de nosotros.

¿Pero cuál es la otra cara de la moneda? Que hay personas que se dedican a intentar sabotear lo que, según su criterio, no es lo suficientemente bueno. Sin ir más lejos, si leéis los comentarios que dejan en los capítulos de algunas obras de la Jump+ se os pondrán los pelos de punta. Llega hasta tal extremo que el año pasado se formó una campaña para intentar que cancelaran Protect Me, Shugomaru! Por desgracia, lo consiguieron.

Nunca dejará de sorprendernos que haya esa necesidad de sabotear lo que no gusta. Cada cual tiene su opinión, y habrá mangas que nos encanten, otros que nos dejen indiferentes y otros que no podamos ni ver en pintura. ¿Eso quiere decir que tengamos que desear su cancelación o que les vaya mal? ¡No! Todas las obras tienen su público, y si alguna no funciona será decisión de la empresa que la está publicando si sigue apostando por ella o no. Pero llegar al extremo de que se influya de esa manera en algo que una persona está creando con mucho cariño… Resulta desalentador.

Cada vez se ve más, y no sólo afecta a las obras menos populares. ¿Sabíais que en Japón se están recabando firmas para que se rehaga el anime de Chainsaw Man? Como lo leéis. La petición en Change.org ya acumula más de 3000. Sin duda es algo que da para mucho debate y para pensar, pero cada vez se extiende más esa sensación de que todo se tiene que hacer por y para nosotros. Si no nos gusta, es malo, no sirve y hay que rehacerlo. Por desgracia, los que más sufrirán en estos casos son los artistas, que reciben ese odio directamente hacia algo creado con esfuerzo y cariño.

Desde aquí sólo podemos animaros a consumir las obras que os hagan felices y dejar de lado las que no. La vida es muy corta y hay demasiados mangas, animes y películas que ver como para perder el tiempo en cosas que no nos llenan o que odiamos… Y mucho menos para desperdiciarlo deseando el mal a las que no son de nuestro agrado. Con lo agradables que son los mangakas en las redes sociales, se merecen mucho más cariño del que reciben.

¡Hasta aquí el artículo de hoy! ¿Qué os ha parecido? ¿Qué opináis sobre los mangas cancelados en tan poco tiempo? Dejadnos vuestra opinión en comentarios, ¡os leemos!