Netflix sigue sumando grandes títulos a su catálogo de animes, y la temporada de otoño no iba a ser menos. En esta ocasión nos han deleitado con la adaptación de una comedia romántica que está gustando mucho. Poco después de que se anunciara su anime, Ivrea nos sorprendió con la licencia de la misma en formato manga, lo que nos ha permitido traeros el artículo de hoy. Como es habitual en esta sección, vamos a comparar los dos medios y señalar los puntos fuertes de cada uno, para que podáis haceros una idea de lo que nos aportan. Esperamos que esto os anime a darle una oportunidad a Komi-san no Puede Comunicarse en el formato que más os llame la atención. Sin más dilación, ¡allá vamos!
UN COMIENZO DE 10
Es indudable que el comienzo del anime ha sido fantástico. Nos muestran, en primer lugar, un opening que no podía estar más bien hecho. Utilizan un estilo de animación algo distinto, con líneas más rectas y colores planos, en el que podemos ver a los personajes en constante movimiento. Es divertido, nos invita a movernos con ellos y nos deja ver pequeñas escenas de lo que pasará en la serie. Sin duda han hecho un fantástico trabajo a la hora de plasmarlo y, personalmente, creemos que la canción elegida ha sido todo un acierto y refleja muy bien el tono de la obra.
Los primeros capítulos, además, están adaptados a la perfección. La importantísima conversación entre Tadano y Komi después del primer día de clase es una maravilla, se le da la atención que se merece. La ambientación, ayudada por la música y el ritmo constante del golpeteo de la tiza en la pizarra hacen que te sumerjas de lleno en la escena. En el manga se consigue el mismo efecto, pero es verdad que verlo animado, con todos los colores, la luz del sol entrando por la ventana y la música de fondo es algo que realza la escena. Nos deja con una sensación más fuerte de que lo que estamos viendo es un momento importante para ambos jóvenes.
El diseño de personajes respeta a la perfección el del manga. A veces no es tan sencillo plasmar el estilo de un autor en la animación, pero es indudable que lo han conseguido. Las miradas más serias de Komi, así como su versión chibi están muy bien logradas, y queda clarísimo que es una belleza. Nos encanta cómo se focaliza la escena en determinadas partes de su cara para darle más importancia a lo que va a hacer o intentar decir. ¿Quién no va a estar atento a cada gesto de nuestra protagonista? ¡Si es un amor!
EXAGERAR LO EXAGERADO
Otra cosa que consiguen muy bien con la animación es exagerar lo exagerado. Komi-san no Puede Comunicarse es un manga que se caracteriza por llevar las personalidades y los gestos de las personas al extremo. Un factor muy importante de esta obra son sus personajes secundarios, dispares y con personalidad muy marcadas. Si se perdieran en la animación la obra no sería lo mismo, pero por suerte han conseguido no sólo plasmar sus excentricidades bien, si no realzar sus cualidades gracias al movimiento.
Utilizan métodos muy variados para lograr este impacto, que nos han encantado. Es bastante recurrente que a lo largo del anime veamos muchas onomatopeyas que acompañan al sonido, por lo que tendremos reacciones por partida doble. El uso del texto para realzar las escenas de la animación está generalizado y le dan muy buen uso. Por ejemplo, para exagerar que un personaje habla demasiado llenan la pantalla de kanjis, y aunque estamos escuchando la retahíla que están soltando, esto ayuda a dar más impacto. Por supuesto también es un buen complemento para la comedia.
Otras formas que tiene de lograr sensaciones similares es mediante el uso de elementos que evocan a las tramas del manga, pero animadas. O la forma en la que se mueven los personajes por la pantalla, a veces a toda velocidad y a veces pareciendo que cargaran el peso del mundo a sus espaldas. También destacan los constantes cambios en el tamaño de la pantalla, en ocasiones dejando tan solo un cuadrado, después agrandándola y encogiéndola según las escenas y lo que quieran transmitir. Sin duda están mostrando mucha creatividad a la hora de llevar a la pantalla esta obra, y nos dejan con una serie que no tiene nada que envidiarle a su formato en papel.
EL COMPLEMENTO PERFECTO
Para finalizar, sólo nos queda destacar que el anime, como ya habréis podido daros cuenta, nos está gustando mucho. Es sin duda el complemento perfecto al manga. Tanto si habéis leído Komi-san no Puede Comunicarse como si no, os animamos a darle una oportunidad a su versión en movimiento. Es muy fácil de ver y es de esas series que te alegran el día gracias a su buen humor y a una animación cuidada y dinámica. Los capítulos pasarán volando, y para cuando queráis daros cuenta os habréis puesto al día.
Si os gusta el anime, sin duda alguna pasaros al manga. Lo bueno que tiene el formato papel es, en primer lugar, el estilo tan bonito del mangaka. Realza la obra por cuenta propia. La forma en que dibuja a Komi refleja el cariño que le tiene y lo transmite al lector. Además de que posee una facilidad increíble para hacernos reír a carcajadas. Es un manga sencillo, alegre y divertido. Consigue despertar ternura gracias a su protagonista y dejarnos loquísimos con las salidas de los demás personajes. Ivrea lo licenció este mismo año en una versión de tomos dobles muy cuidada, con páginas a color y una excelente traducción.
En definitiva, Komi-san no Puede Comunicarse es una obra que merece la pena en sus dos formatos, que más que pelearse entre sí por el pódium hacen un gran equipo y se complementan a la perfección. El anime ha sabido sacar lo mejor del manga y realzar sus puntos fuertes, dándonos una versión que merece tanto la pena como su formato original. Desde aquí sólo nos queda correr a por el tercer volumen de esta obra, que acaba de salir, y ojalá la primera temporada del anime no sea la última. ¡Nos morimos por seguir viendo a Komi en su afán por hacer 100 amigos!
Ahora es vuestro turno, contadnos, ¿conocíais esta comedia romántica? ¿Os gusta más el manga o sois partidarios del anime? Sea cual sea, ¡esperamos que la estéis disfrutando tanto como nosotros!
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