GENERAL MANGA OPINION

¿Es ilegal el dôjinshi y cuál es su origen?

En una industria tan inmensa e importante a nivel cultural y económico como el manga, es normal que exista un gran número de productos derivados. Encontramos desde spin-offs de personajes terciarios de alguna serie hasta merchandising de lo más diverso e incluso absurdo. Sin embargo, existe una categoría de lo más arraigada que presenta algunas peculiaridades bastante llamativas para el público occidental: los dôjinshi.

¿Es ilegal el dôjinshi y la industria que lo rodea?

1. El origen del dôjinshi

Dôjinshi es el término japonés que engloba los trabajos autopublicados, ya sean manga, novelas, revistas o juegos, y que proviene de la unión de las palabras dôjin («misma persona», en el sentido de un grupo que tiene un mismo interés o una misma meta) y shi (abreviatura de zasshi, que significa «revista» o «publicación periódica»).

Los primeros dôjinshi literarios surgieron en la era Meiji, siendo Meiroku zasshi y Garakuta bunko los pioneros en 1874 y 1885, respectivamente, y su popularidad alcanzó su cima a principios del periodo Shôwa (1926-1989) como una forma de que la juventud pudiera expresarse con libertad en aquella época.

es ilegal el dôjinshi

En lo que respecta a los dôjinshi de manga, su popularidad comenzó en la década de 1970, cuando la fotocopia favoreció su publicación, mientras los editores animaban a los autores a meterse en ese mundillo para atraer a más lectores. En 1975 empezó a celebrarse el Comiket, el evento dedicado a vender este tipo de obras, mientras que en los 80 empezaron a predominar las parodias de obras famosas como Lamu u Oliver y Benji, normalmente para reflejar relaciones románticas entre sus personajes.

Desde entonces, los dôjinshi se han convertido en uno de los pilares del mundo otaku, con autores muy populares especializados en este formato. Un evento como el Comiket arrastra a miles de personas en cada edición, y goza de un reconocimiento en la industria a través de un sello propio que los diferencia de las obras editoriales. Además, cuentan con el apoyo de algunos creadores como Ken Akamatsu (Love Hina, Negima, UQ Holder!).

Sello para diferenciar los dôjinshi de las obras oficiales.

2. Situación legal actual de los dôjinshi

Sin embargo, la situación de los dôjinshi es bastante peculiar, sobre todo a ojos de los lectores occidentales. Estas publicaciones se dividen en dos grandes categorías, las que tienen contenido original y las que parodian obras ajenas. Mientras que la primera no presenta mayor problema, en cuanto la segunda, ¿cómo puede la industria japonesa permitir que autores se lucren con propiedades que no son suyas y usarlas en historias pornográficas, por ejemplo? En Occidente estamos más que acostumbrados a que casi todas las parodias, incluso aquellas sin ánimo de lucro, sean bloqueadas por los propietarios de sus derechos. ¿Por qué los dôjinshi disfrutan de esa protección en Japón?

¿Por qué los dôjinshi gozan de protección legal en Japón? Clic para tuitear

En realidad, los dôjinshi viven en un área bastante gris de la legislación japonesa. Estas publicaciones sí podrían ser perseguidas por la ley por romper los derechos de autor, pero solo puede hacerse si los propietarios lo piden expresamente, y normalmente no lo hacen.

3. ¿Por qué los autores de los dôjinshi no reclaman derechos de autor?

El primer motivo, y el más beneficioso económicamente, es que muchas editoriales, como Kodansha y Shogakukan, consideran los dôjinshi como publicidad gratuita. Así, la posibilidad de conseguir nuevos lectores a través de estos trabajos es muy atractiva, por lo que los beneficios acaban llegando también a sus bolsillos.

También se consideran los dôjinshi como parodias más que como productos «piratas» que intentan dañar la obra original o robar sus beneficios económicos. En definitiva, no se les considera un riesgo para la industria.

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No hay que olvidar que muchos profesionales respetan a los autores de dôjinshi ya que, después de todo, muchos vienen de ese campo, y lo consideran un primer paso hacia el profesionalismo. CLAMP, Chica Umino (Honey & Clover, El león de marzo), Masami Yuuki (Patlabor) o Kiyohiko Azuma (¡Yotsuba!, Azumanga Daioh) comenzaron también con este tipo de publicaciones.

Otro motivo es que editoriales y autores profesionales quieren mantener una buena reputación, y perseguir a los artistas de dôjinshi podría tener consecuencias negativas entre los lectores. Estos autores amateur son, en muchas ocasiones, los mayores fans de la obra que están parodiando. El ligero margen de beneficios que obtienen no justifica el hecho de perseguirlos.

También existe un factor cultural dentro de esta aceptación de los dôjinshi. Usar personajes ya existentes para incorporarlos a tu obra ha sido una práctica común desde hace mucho tiempo, como los de Disney, algo que practicó el mismísimo Osamu Tezuka. Buscar litigios «innecesarios» está mal visto, algo que se puede aplicar a los dôjinshi por todos los motivos expuestos.

4. ¿Nunca se han tomado medidas legales contra los dôjinshi?

Solo se recuerdan dos ocasiones en las que se tomaron medidas legales contra los dôjinshi:

  • La primera fue por parte de Nintendo, que demandó al autor de una parodia de Pokémon, pero recibió tal cantidad de publicidad negativa entre medios y aficionados que no ha vuelto a hacerlo.
  • Por otro lado, los poseedores de los derechos de las obras de Fujiko F. Fujio demandaron a un autor que se inventó un capítulo final para Doraemon. En esta ocasión no se debió tanto a la creación en sí misma sino a que el diseño del dôjinshi era demasiado similar a una publicación oficial del gato robot.

En definitiva, la existencia de los dôjinshi se permite debido principalmente a que sus escuetos beneficios no son un riesgo para las editoriales, funcionan como publicidad gratuita y es una cantera importante de futuros autores profesionales. Desde luego, Japón es posiblemente el país del mundo donde la parodia y los trabajos derivados realizados por aficionados se respetan más.

Y tú, ¿qué opinas sobre los dôjinshi? Te leemos en los comentarios.

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Sobre el autor...

Dan

Amante del manga, anime y videojuegos por partes iguales... Lleva dando guerra en blogs como "Noticias Otaku Center" y "Deculture", o en podcasts como "Apocalipsis Friki" desde hace más de 5 años.
Ahora, en Omega Center Blog, al frente de todo lo que acontece en el país nipón.

1 Comentario

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  • Ahora entiendo más acerca del significado, pero a los autores de los mangas originales ¿no les preocupa que su trabajo pueda ser mancillado al haber obras pornográficas que los parodien? Es decir, sé que hay buena publicidad en ello, pero también es que la imagen del trabajo se ve afectado directamente.
    -Gustav Woltmann